Alto Directivo. Con el consumo bajo mínimos y el paro en máximos históricos, el mercado español está demasiado acostumbrado a los cierres y a los EREs de los últimos años. Participar del nacimiento de una empresa es un lujo al alcance de tan sólo unos pocos afortunados. En el sector franquicias, sin embargo, iniciar un negocio es mucho más fácil y menos arriesgado.
Así lo han demostrado ya las cifras y datos del balance anual del sector entre 2010 y 2011. Segú Mundofranquicia consulting, la franquicia en España facturó el pasado año cerca de 20.248 millones de euros, cifra un 3,1% superior a la facturada en 2009. Esta cifra de negocio representa aproximadamente un 9,1% de la facturación del comercio minorista en España. Además, Expofranquicia cerró su décima edición en mayo con un notable éxito de participación y de resultados.
Muchas razones explican este fenómeno. “Las franquicias ofrecen ventajas que aminoran los riesgos de inversión como un saber hacer contrastado y probado que funciona; formación a los franquiciados; sinergias y economías de escala; y apoyo publicitario, de marketing y logístico”, afirma Eduardo Abadía, Gerente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF).
Uno de los beneficios más valorados por los franquiciados es la formación. Eduardo Abadía advierte de que “sin formación, la relación franquiciador-franquiciado está condenada al fracaso”. Mariano Alonso, Socio y Director General de mundoFranquicia consulting añade que es un error plantearla únicamente en el momento de la apertura de un negocio. Y puntualiza: “la empresa tiene que garantizar que esa formación vaya siendo continuada, que haya un reciclaje para detectar defectos y solventar problemas”.
Poco a poco, las cadenas franquiciadoras han ido dándose cuenta de la relevancia de la labor formativa dentro de la franquicia. “Ahora son conscientes de que la formación es esencial y cada vez le dedican más recursos, no solo de manera presencial, sino también online”, asegura Eduardo Abadía.