El banco Popular está viviendo un intenso proceso de reordenación de su infraestructura con el claro objetivo de mejorar la rentabilidad y eficiencia de la misma.
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Desde Popular quieren adaptarse a las nuevas demandas del mercado y por ello han decidido readaptar su estructura comercial para los próximos dos años, hasta el 2018, mejorando así en agilidad y facilidad de sus procesos administrativos.
De esta manera, sus direcciones territoriales estarán presentes únicamente en Andalucía, Cataluña y Baleares, Centro, Levante, Norte y Pastor (además de Portugal). Asimismo, se fusionarán catorce direcciones regionales, dejando la cifra total en veinticinco. Estos cambios se completarán con la reducción de 302 sucursales, que por motivos de proximidad o por rentabilidad, se integrarán en otras ya existentes.
Adicionalmente se van a crear cuatro nuevas Direcciones Regionales (Cataluña-Levante, Andalucía, Centro y Norte), que se encargarán de la gestión de este último, así como de otros activos no productivos y que surgen como consecuencia de la separación llevada a cabo entre el negocio principal y el inmobiliario.
Hay que citar que estos cambios se llevarán a cabo de forma gradual, acompansándolos con la puesta en marcha del proceso de reordenación de plantilla que en estos momentos se está negociando con la representación de los trabajadores del banco.
Con esta reestructuración, Popular se enfrenta a una nueva etapa en la que, manteniendo su modelo de negocio y su independencia, apuesta por una gestión en la que prima la rentabilidad y la especialización.
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