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Dos de los grandes conglomerados automovilísticos, General Motors y PSA, propietarias de compañías como Opel, Peugeot o Citroën, pueden estar muy próximas a una unión que supondría un enorme negocio para el sector del automóvil.

De formalizarse el acuerdo que todavía está en proceso de conversación y acercamiento de posturas, ambos conformarían una estructura internacional de gran nivel, como pocas existen en la actualidad, y con un poder sobre el mercado bastante elevado.

Aunque aun no hay nada oficial, ya se han empezado a ver las primeras reacciones al respecto, que han supuesto un aumento del valor de las acciones para las citadas compañías.

Veremos en qué acaba todo esto pero, al menos, la rumorología ya ha hecho su parte del trabajo.

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