BigDa Solutions, startup española especializada en modelos predictivos y analítica avanzada, define las claves tecnológicas que permitirán mejorar la sostenibilidad de la industria española en los próximos años, con motivo del pasado Día Mundial de la Eficiencia Energética
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La implementación de políticas de reducción de gases contaminantes y un sistema de producción más eficiente, con el fin de reducir los consumos energéticos, serán algunas de las medidas que deberá adoptar el sector industrial para mantener la competitividad.
El término industria 4.0 se refiere a una visión de la fabricación más 'inteligente', informatizada con todos y cada uno de los procesos interconectados gracias a herramientas como el Big Data y la analítica avanzada. Estas nuevas tecnologías permiten mejorar los modelos de producción gracias a la información extraída de sus propios datos y la aplicación de modelos predictivos. Las empresas pueden digitalizar, monitorizar y simular sus consumos energéticos para poder minimizar su dependencia y optimizar la gestión de energía.
La mayoría de industrias, naves y parques empresariales disponen de amplias superficies y cubiertas donde se puede colocar paneles solares. A mayor tamaño de la instalación, mayor rentabilidad del proyecto. Por ello, los sistemas industriales se amortizan antes que los residenciales, ya que obtienen ahorros superiores. El dinero invertido se suele recuperar en una media de entre 4 y 5 años. Si las instalaciones fotovoltaicas producen más energía de la necesaria, en función del tipo de instalación, es posible recibir una compensación en la factura de la luz o vender los excedentes energéticos.
Las auditorías energéticas son un proceso sistemático que permite conocer la distribución de consumos y costes energéticos de una empresa, identificando y cuantificando las posibilidades de ahorro por medidas de eficiencia energética y energías renovables. Los resultados permiten definir una política energética e implantar un sistema de gestión acorde a las necesidades de cada industria. Este estudio abarca un examen pormenorizado del perfil de consumo de energía de los edificios, instalaciones, operaciones y flota de vehículos de la compañía.
Por ejemplo, instalando baterías de condensadores que equiparan la cantidad de kilovatios por hora que los motores de las fábricas revierten, y de este modo anulan los efectos nocivos. Se estima que estas baterías de condensadores pueden generar un gran ahorro en el consumo de energía eléctrica industrial, que puede suponer hasta el 30% del total de la factura de la luz. Otro punto clave es instalar sensores que detecten el movimiento y automaticen el encendido y apagado de las luces.
Además de implantar la tecnología necesaria, es necesario capacitar y concienciar a los empleados. Divulgar la cultura del ahorro energético en el equipo permite estandarizar unos hábitos de consumos racionales y eficientes. La formación en soluciones digitales que permiten controlar el gasto energético, así como la democratización del conocimiento más técnico de las soluciones que les permita gestionar los consumos y detectar ineficiencias energéticas en tiempo real, será otro pilar clave.
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