Fomentar un buen ambiente laboral, facilitar la conciliación familiar o emplear herramientas para gestionar la flexibilidad horaria puede repercutir positivamente en el rendimiento y productividad de los empleados
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Tras el cambio de paradigma que provocó la pandemia del coronavirus, durante la cual la mayoría de organizaciones descubrieron el teletrabajo, la posibilidad de conciliar la jornada laboral y tiempo personal ha ganado peso entre los factores que se perciben como una mejora del bienestar emocional de los empleados.
El pasado 28 de septiembre, la OMS y la OIT pidieron, en un comunicado conjunto, nuevas medidas para abordar la salud mental en el trabajo. Estos organismos estiman que cada año se pierden en todo el mundo casi un billón de dólares debido a las bajas por depresión y ansiedad, que globalmente representan 12.000 millones de días no trabajados.
En este mismo comunicado, el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que ''el bienestar del individuo es razón suficiente para actuar, pero una mala salud mental también puede tener un impacto debilitante en el rendimiento y la productividad''.
Aunque pueden considerarse más variables, los tres principales factores que influyen en el bienestar o well-being corporativo de la plantilla son: la salud física y mental de los empleados, el reconocimiento y sentimiento de propósito y la conciliación mediante el teletrabajo y la flexibilidad horaria.
Mientras la salud física del empleado se puede favorecer con una correcta política de gestión de riesgos laborales, algunos problemas de salud mental por motivos profesionales pueden prevenirse impulsando un buen clima laboral y evitando las sobrecargas de trabajo.
Por otra parte, la tecnología y el modo en que se distribuye el trabajo entre los miembros de un equipo pueden contribuir a minimizar las tareas monótonas y demasiado repetitivas, al mismo tiempo que se maximiza el reparto de las tareas con valor añadido entre todos los empleados del departamento. De este modo se refuerza la motivación y el sentido de propósito a nivel profesional, dando la oportunidad a los managers de reconocer el trabajo bien hecho a los empleados.
Finalmente, las modalidades de trabajo semipresencial o 'full remote' son una excelente oportunidad para ayudar a la conciliación familiar de la plantilla. La combinación de teletrabajo más la implementación de cierto grado de flexibilidad horaria es la opción preferida para la mayoría de los trabajadores y, además, según diversos estudios, contribuye a su motivación y rendimiento.
El antiguo temor de los empresarios a perder el control sobre las actividades de los empleados por el hecho de trabajar desde casa o por tener un horario flexible carecen de sentido actualmente, gracias a las herramientas tecnológicas existentes para gestionar la flexibilidad.
Mediante soluciones para la gestión horaria como Nubhora, los empleados pueden registrar el inicio y fin de su jornada laboral estén donde estén y desde cualquier dispositivo, con la opción de geolocalización solo en el momento de fichar cuando trabajen desde casa.
Además, el uso de esta herramienta tecnológica facilita enormemente la gestión de la flexibilidad horaria en aquellas empresas donde se ha implementado. Nubhora permite establecer unos horarios de obligatorio cumplimiento y franjas de tolerancia en el inicio y fin de la jornada. Además, pueden crearse saldos de horas positivos y negativos a compensar a lo largo de determinado periodo, con la posibilidad de que los empleados autogestionen sus bolsas de horas.
De este modo, la flexibilidad puede impulsar la productividad en la empresa, ya que se proporciona un mayor bienestar emocional a la plantilla sin pérdida de control sobre la presencialidad, la jornada y los horarios de trabajo.
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