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La búsqueda de nuevas oportunidades laborales es una constante entre los españoles, que se acentúa todavía más durante el mes de septiembre. Esta situación supone un reto para las empresas, más aún, teniendo en cuenta que cada vez tienen más dificultades para encontrar profesionales que cumplan con sus expectativas. En este contexto, se ha generado una "nueva era del talento", en la que las organizaciones tienen que transformar la manera en que detectan, desarrollan y potencian a su plantilla, como vía para hacer frente a la actual crisis del talento.
La falta de profesionales cualificados se ha convertido en un desafío significativo para las empresas en España y a nivel global. Esta falta de coincidencia entre las habilidades que se requieren y las que están disponibles en el mercado laboral genera una creciente preocupación entre los empleadores. A esto se suma que el 32% de los trabajadores en España se plantean buscar un nuevo trabajo, tal y como muestra el nuevo estudio Cigna International Health. En este contexto, es fundamental que los departamentos de Recursos Humanos optimicen la gestión del potencial interno. Y es que, gracias a esta estrategia, las organizaciones pueden reducir su dependencia del mercado laboral externo, que muchas veces está saturado o carece de los perfiles necesarios. Además, al fomentar el crecimiento y el desarrollo de sus equipos, las compañías aumentan la retención y el compromiso, factores clave en tiempos de escasez de perfiles clave.
En este sentido, Amira Bueno, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare España, recalca que "la crisis de talento que estamos viviendo nos obliga a reinventar nuestras estrategias de desarrollo interno. Depender únicamente del reclutamiento externo ya no es sostenible. Esto lo logramos apostando por la identificación temprana de habilidades y el fomento del potencial de nuestra plantilla, no solo para cubrir nuestras necesidades actuales, sino también para prepararnos para los posibles desafíos. Apostar por perfiles internos representa una inversión a largo plazo, ya que desarrollar y retener a los empleados actuales asegura una mayor alineación con los objetivos estratégicos de la organización y fortalece su competitividad futura. Hoy, más que nunca, no podemos hablar de "retener" al talento, sino de lograr que -a través de una cultura coherente, con propósito y centrada en las personas- el talento quiera quedarse y desarrollarse internamente".
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