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La empresa Telefónica ha sido reconocida, por undécimo año consecutivo, como compañía líder global por su acción contra el cambio climático al formar parte de la 'Lista A' elaborada por CDP, organización sin ánimo de lucro cuyo informe es considerado el "estándar de oro de la transparencia medioambiental corporativa" y el referente para analistas e inversores en esta materia.
Tras analizar el desempeño de las compañías en 2023, CDP vuelve a valorar de manera positiva el compromiso de Telefónica con la descarbonización al desvincular su crecimiento de su huella de carbono, y lograr en ocho años una disminución del 81% en sus emisiones operacionales (alcance 1 y 2) a nivel global y un 51% al incluir las de su cadena de valor.
Las puntuaciones de CDP ayudan en sus decisiones a más de 700 inversores que gestionan más de 142 billones de dólares de activos.
Elena Valderrábano, directora Global de Sostenibilidad (ESG) de Telefónica, señala que trabajan "para acelerar una digitalización responsable que genere competitividad e impacto positivo para todos. Además de reducir nuestras emisiones y aumentar la resiliencia de nuestras operaciones, ayudamos a otras compañías a ser más eficientes y disminuir su huella de carbono. Nuestras redes y nuestras soluciones digitales son poderosos habilitadores de la transición verde".
La conectividad y el uso de tecnologías digitales desempeñan un papel fundamental en la solución de muchas de las problemáticas ambientales actuales como el cambio climático.
Telefónica destaca por su reducción de emisiones de CO2, así como por aportar soluciones de conectividad y digitalización para disminuir la huella de carbono de otros sectores de la economía como energía, transporte o industria. Este doble reto es transversal a todo el Grupo, que avanza para alcanzar las emisiones netas cero en 2040, incluyendo las de su cadena de valor, y ser una compañía Residuo Cero en 2030.
Para ello, la telco cuenta con una Política Global de Medioambiente y Energía en la que involucra a todas las áreas y operaciones en los distintos países en los que está presente. Esta política se concreta en su hoja de ruta, el Plan de Acción Climática, que recoge sus objetivos, así como la gestión de las oportunidades y riesgos climáticos.
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