Los traslados diarios hasta el puesto de trabajo son una realidad para millones de empleados en España, tanto es así que según el II Estudio de Retos y Tendencias en Recursos Humanos 2024, elaborado por Pluxee, más del 60% de los trabajadores utiliza el transporte público para sus trayectos laborales, un porcentaje que aumenta hasta el 84% en el caso de la generación más joven del mercado laboral
AltoDirectivo
Tomando como referencia el precio del abono transporte de la ciudad de Madrid, un trabajador de esta ciudad invierte más de 650€ al año en sus desplazamientos al trabajo. Además, este hábito tiene impacto no solo en la economía del trabajador, si no en el tiempo que invierte en estos desplazamientos, ya que, según datos de Michael Page, en 2024, cada trabajador invierte una media de 36 minutos para desplazarse a su puesto de trabajo, lo que supone más de una hora y diez minutos en total entre la ida y la vuelta.
Estos factores han posicionado la Tarjeta Transporte como uno de los beneficios más demandados por los empleados en sus empresas, concretamente, en cuarta posición, según datos del citado estudio de Pluxee. Por ello, las empresas tienen ante sí la oportunidad de hacer de estos trayectos una ocasión para incidir en el engagement de sus equipos, antes incluso de que el empleado llegue a su puesto de trabajo.
Entre las ventajas de este beneficio para empleados, una de las más destacadas es el importante ahorro que puede suponer para el empleado, ya que este beneficio se encuentra exento de IRPF hasta 1.500€ anuales. Esto significa que, ofrecido en una modalidad de retribución flexible, el empleado puede lograr hasta tres meses de ahorro en desplazamientos al año en billetes o abonos. Por otro lado, cada vez son más las compañías que apuestan por ofrecer este beneficio en el formato de beneficio social -en este caso la empresa asume de forma íntegra el coste del beneficio- lo cual tiene un gran impacto en el engagement del empleado, además de un aumento de su poder adquisitivo.
Por otro lado, el impacto sostenible de esta solución, que fomenta el uso de transporte colectivo en lugar del vehículo privado, es no solo una ventaja para los propios empleados, especialmente para las generaciones más jóvenes, sino también para las empresas, que pueden seguir contribuyendo de forma activa a sus acciones de RSC.
Por este motivo, es habitual que la tarjeta transporte sea digital, algo que facilita enormemente su gestión tanto para los empleados como para las empresas: los primeros pueden pagan directamente sus títulos de transporte en los puntos de venta, mientras que los segundos ahorran tiempo y recursos sin necesidad de realizar trámites adicionales.
"La tarjeta transporte se encuentra entre los cinco beneficios más demandados por los empleados indistintamente del grupo de edad al que pertenezcan, desde la Generación Z hasta los Baby Boomers", comenta Miriam Martín, directora de Comunicación y Marketing de Pluxee España. "Además, este beneficio es también muy atractivo para las empresas, especialmente, por su flexibilidad a la hora de decidir en qué modalidad ofrecen el beneficio según sus objetivos y necesidades. E indudablemente, por el impacto positivo en el talento en algo tan habitual como los desplazamientos al trabajo", concluye Miriam Martín.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.
Alto Directivo