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Las empresas europeas y, en concreto, las españolas se enfrentan a una situación solamente vista después de la segunda guerra mundial. El Entorno estará marcado por la subida de los precios de las materias primas (alimentos y energía), el desabastecimiento de semiconductores y la ralentización de las cadenas de suministros. Del mismo modo, según un informe de Deutsche Bank alerta de que las perspectivas macroeconómicas para 2022 se han deteriorado desde principios de año debido al mayor encarecimiento mundial de los precios de la energía por la guerra entre Rusia y Ucrania.

En este sentido, el estudio destaca que EEUU estará en recesión durante el primer semestre de 2023. Así, Jordi Damià, profesor de estrategia en EADA Business School y CEO de Setesca, advierte que todos los factores que se están dado en el contexto actual (subida de la inflación, de los tipos de interés, de los costes de energía y materias primas) pueden provocar una pérdida de confianza de los consumidores y todo ello impactará en las empresas europeas. Además, tal y como destaca el experto, la inflación subirá más, ya que las consecuencias de las medidas que se están tomando ahora, no se notarán hasta dentro de varios meses.

En España, sin embargo, con una economía basada en turismo, servicios y en construcción y con un nivel de deuda público/privado de los más elevados del mundo, se está provocando una subida de la prima de interés de la deuda española acelerada. El turismo, una vez más, se ha convertido en la tabla de salvación de la economía española. El empleo y el PIB dependen en alto grado de la recuperación de este sector que roza el 12% del PIB. Justo por esta dependencia en este sector, ''la situación es poco halagüeña, destaca el experto a lo que añade ''a nivel de país el libro 'Crisis' de Jared Diamond, explica claramente por qué España ha estado, está y estará sumida siempre en una situación económica inestable y complicada y es porque el primer paso para construir un modelo económico competitivo consiste en aceptar que se tiene un modelo económico poco competitivo y una vez reconocido, tomar las decisiones necesarias para efectuar una reestructuración profunda del mismo, Esto que han llevado a cabo otros países, en España no se llevará a cabo ya que se considera que los problemas son de uno u otro partido político, mientras que los problemas reales son estructurales.

Según el profesor Damià habría que poner el foco en qué pueden hacer las empresas para salir de la situación y esto pasa solamente por la innovación y la automatización para conseguir la excelencia. ''Los empresarios después del COVID, saben muy bien que solamente adaptando la estrategia se puede sobrevivir en situaciones como la actual, y eso ha aumentado la flexibilidad a la hora de innovar en los dirigentes empresariales''.

Por lo que respecta a acciones concretas para prevenir una situación de crisis, Jordi Damià destaca la necesidad de la automatización para la mejora de la eficiencia, la orientación al cliente real, la orientación a la gestión basada en el dato y el posicionamiento como un entorno geográfico atractivo para empresas europeas por el mix entre el gran talento disponible y un nivel salarial aún bajo respecto a otros países.

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