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Hasta hace muy poco, cuando alguien necesitaba dinero acudía a un banco para pedir un préstamo. Hoy es distinto. Si alguien quiere hacer una pequeña reforma, comprar un nuevo electrodoméstico o llegar a fin de mes sin agobios, tiene a su disposición en Internet montones de páginas que ofrecen créditos. Algunas hasta ofrecen condiciones muy atractivas. Aunque no por ello deja de ser un producto por el que conviene pararse y pensar unos momentos.

Para qué se puede solicitar un crédito

Básicamente se pueden pedir créditos personales online para cualquier situación en la que nos haga falta dinero. Es posible que hayamos encontrado una gran oportunidad para hacer un viaje o renovar la cocina, pero en estos momentos no contemos con fondos suficientes como para aprovecharlo. O quizás nos llegue una factura imprevista. O debido a una avería nos veamos obligados a necesitar una reparación urgente. Y la lista se puede alargar casi al infinito.

Para todo ello los créditos nos pueden ayudar. Además, en la mayoría de los casos los bancos son lentos y solicitan mucha documentación. Mientras que estas páginas de préstamos online dan una respuesta en pocos minutos y no hace falta mucho papeleo.

Qué tener en cuenta a la hora de pedirlos

No obstante, hay que recordar que se trata de dinero que hay que devolver. Por lo tanto no conviene pedir más del que hace falta, porque la deuda será mayor y puede que al final nos encontremos con un problema añadido. También es fundamental asegurarnos de que podremos pagar a tiempo y evitar intereses por demoras.

Hoy, muchas páginas ofrecen el primer crédito sin intereses, lo cual es bastante interesante. Así solo tendremos que devolver la cantidad que se nos prestó. Por lo que conviene comparar varias antes de elegir para ver estas y otras condiciones.

En caso de solicitarlo en una entidad extranjera, hay que asegurarse de que contamos con una copia del contrato en nuestro idioma. Un servicio de traducción jurada oficial es esencial. Linguavox cuenta con experiencia y una lista de idiomas muy amplia para estas y otras tareas que requieran una traducción de calidad, fiable y con garantías. Así podrás saber en todo momento cuáles son los términos del préstamo.

Si se trata de un crédito para llegar a final de mes, por ejemplo si en la nevera no hay nada y faltan unos días para cobrar el sueldo, elige uno para devolver en un plazo corto. Si es posible, en cuanto tengas dinero en la cuenta.

Además, ten en cuenta que algunos préstamos específicos son más interesantes y más baratos, como los que se destinan a reformas o la compra de un coche.

Cuando el crédito puede ser un riesgo

Los créditos rápidos están tan extendidos que mucha gente piensa que se pueden pedir para todo. Hasta cierto grado es verdad, pero no deja de ser una operación algo arriesgada. En especial cuando nuestro historial crediticio no es bueno o si tenemos dificultades para llegar a final de mes muy a menudo.

Si nos vemos tentados a pedir dinero prestado, es importante pararse y pensar en cuál es nuestra situación. En caso de que veamos que tendremos que hacer un gran esfuerzo para pagar, tal vez sea mejor buscar el modo de recortar gastos. Y si queremos darnos un capricho, en lugar de comprar con un crédito podemos planificar un ahorro a corto o medio plazo para disponer del dinero que cuesta esa nueva televisión o el viaje que tantas ganas tenemos de hacer.

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