El próximo 16 de abril es el Día Mundial del Emprendimiento, una jornada que tiene como objetivo dar visibilidad a todas estas personas e impulsar la generación y el desarrollo de nuevos proyectos, porque emprender es mucho más que una mera aventura empresarial, es un compromiso con la innovación, la creatividad y la resiliencia
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Cada paso en este viaje que supone iniciar un proyecto de negocio es una oportunidad para aprender, crecer y adaptarse a un entorno empresarial en constante evolución. Desde la concepción de una idea hasta su ejecución y consolidación en el mercado, cada etapa del proceso emprendedor está marcada por una serie de decisiones cruciales que pueden marcar la diferencia entre el triunfo y el fracaso.
Es por esto que, con el objetivo de brindar orientación a los futuros empresarios, Eduardo Liviano, Building Manager de Byld, ha querido recopilar tanto los aciertos como los errores fundamentales que pueden influir de manera determinante en el éxito de un negocio.
Emprender en un área en la que se posee experiencia y conocimientos profundos es fundamental. Esto permite aprovechar habilidades y redes de contactos previas, reduciendo la curva de aprendizaje y aumentando las posibilidades de éxito. No obstante, este aspecto no siempre es excluyente, ya que hay muchos ejemplos de compañías muy exitosas que, cuando se idearon y lanzaron, los fundadores no eran expertos en el sector, pero lograron dar con la tecla del modelo y adaptarse a las adversidades, aplicando lo más importante: el sentido común.
Una idea brillante sin una planificación adecuada puede llevar al fracaso. La planificación estratégica es crucial para establecer objetivos claros, identificar riesgos, asignar recursos y trazar un camino hacia el éxito. En el ecosistema emprendedor es bien sabido que la ejecución es mucho más importante que la idea. Esto implica, una vez más, sentido común, mucha resiliencia y tener una capacidad impecable para priorizar.
Analizar el mercado, comprender las necesidades de los clientes y conocer la competencia son pasos esenciales para desarrollar un producto o servicio que responda a demandas reales y tenga ventajas competitivas. Es muy común dar por sentado los pain points (o puntos de dolor) del cliente, lo que necesitan y los problemas que tienen, pero muchas veces sin hablar ni empatizar con ellos, lo cual puede conducir al fracaso.
Descuidar aspectos como la autoestima, la autoconfianza y el liderazgo emocional puede afectar negativamente la capacidad de enfrentar desafíos, gestionar críticas constructivas y mantener la motivación necesaria para superar obstáculos. Es necesario que el emprendedor tenga presente este aspecto, tanto para él como para el resto de su equipo. Crear un equipo y gestionarlo es complicado, requiere de mucho tiempo para buscar el encaje de habilidades y valores. Sin embargo, en la práctica, los fundadores a menudo priorizan centrarse en el crecimiento de su negocio, lo cual es totalmente comprensible. Pero, sin un equipo ilusionado y comprometido, las cosas no salen adelante y, en este sentido, es vital poder delegar para priorizar y estar todos alineados para lograr los objetivos de negocio.
Contar con un equipo de colaboradores competentes y comprometidos es clave para alcanzar metas de manera eficiente. De igual manera, sobre todo al inicio para contrastar el proyecto, conviene rodearse de expertos del sector (independientemente del conocimiento del equipo fundador), pero también en fases más avanzadas para recomendaciones, búsqueda de financiación, partnerships, etc.
La inflexibilidad ante los cambios del mercado puede llevar a perder oportunidades, quedarse obsoleto o no adaptarse a nuevas tendencias. Es crucial mantenerse receptivo a ajustar estrategias según evolucione el entorno empresarial. Hoy en día, esta necesidad cobra mucho más sentido, ya que el cambio se acelera a ritmos vertiginosos con tecnologías aplicadas como la inteligencia artificial.
Una rutina de trabajo organizada ayuda a mantener la productividad, gestionar el tiempo de manera eficiente, priorizar tareas importantes y mantener el equilibrio entre vida personal y profesional. Este factor referente a la conciliación es lo más importante de todo, especialmente para evitar las fisuras que hemos comentado previamente.
La comunicación tanto interna como externa es fundamental para transmitir la visión del proyecto, alinear al equipo, establecer relaciones sólidas con clientes y socios, y resolver conflictos de manera constructiva. De hecho, es algo que cada vez gana más importancia en las startups y se estudia a fondo en las escuelas de negocio. Hay muchas dinámicas para poder potenciar esa comunicación, siempre atendiendo a la transparencia del equipo directivo y a las necesidades del negocio, pero también de las personas.
En definitiva, esta es la clave para Eduardo Liviano, Building Manager de Byld: ''Aprender de los errores y celebrar los aciertos es fundamental para el crecimiento y el éxito en el mundo del emprendimiento. Identificar áreas de mejora, reconocer logros y mantener una actitud positiva son claves para impulsar el crecimiento continuo de los proyectos''.
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