Los formatos publicitarios son fundamentales para el crecimiento de los negocios. Hay miles de formatos diferentes que se van popularizando más o menos con el paso del tiempo, y es muy posible que los más importantes que haya en activo ahora sean las pantallas publicitarias. Basta con acudir a cualquier establecimiento o pasear por una calle para verlas mostrando todo tipo de información o contenidos con los que llamar la atención de los transeúntes.

Son formatos que funcionan. Simples, llamativos y atractivos. Tanto, que se puede decir sin miedo alguno que son uno de los mayores aliados que puede tener todo negocio que busque atraer más miradas y potenciar aún más sus ventas. Pero, ¿qué tipos de pantallas hay y qué ventajas brindan a las empresas? Eso es exactamente lo que vamos a ver aquí para que sepas cuál es la mejor opción a la que acudir para sacarle el máximo partido posible en tu empresa.

Las pantallas LED suelen ser la primera opción a la que recurren las empresas cuando buscan pantallas publicitarias para escaparates. Tienen un buen nivel de brillo que capta la atención incluso aunque haya mucha luz en el entorno, también son muy duraderas, su consumo energéitico es moderado y son perfectas para contenido estático y dinámico.

Además de todo eso, sirven de reclamo a larga distancia, sobre todo con imágenes en movimiento. Funcionan muy bien en calles con mucho tráfico y pueden pasar muchas horas encendidas sin deterioro en sus paneles ni en la calidad de imagen. Por otra parte, sirven para todo tipo de formatos, sean verticales, horizontales, panorámicos, etc.

Las pantallas LCD son más recomendables para interiores. Suelen estar en tiendas, oficinas o centros comerciales y dan muy buena calidad de imagen, además de ser más baratas que la LED. No obstante, no ofrecen un brillo tan alto como estas, por lo que no se recomiendan en caso de usarse en escaparates o lugares con focos y mucha iluminación.

Son buena opción para puestos, kioscos o incluso displays de gran tamaño dentro de establecimientos. Por supuesto, son perfectamente válidas para contenido estático y dinámico y dan un nivel de detalle muy bueno en caso de querer reproducir contenidos con muchos colores o más complejos. Se pueden usar para destacar promociones de productos o enseñar servicios.

Aunque es una de las tecnologías de paneles más jóvenes de las que listamos aquí, las pantallas OLED ofrecen unos contrastes realmente impresionantes y pueden ser muy delgadas. Se pueden usar en cualquier contexto gracias a su intensidad y potencia lumínica, pero son especialmente recomendables en boutiques o espacios donde se busquen modernidad y/o elegancia.

Estas pantallas son las aliadas perfectas para espacios donde cada detalle del diseño se mide al milímetro. La tecnología OLED brinda una calidad de imagen perfecta, transmitiendo un aire sofisticado que suele ser utilizado en hoteles prestigiosos. Son mucho más recomendables para interiores, aunque también dan muy buenos resultados en exteriores. Sin embargo, no es recomendable usarlas en este último caso, dado su alto coste y el riesgo de sufrir accidentes.

De cualquiera de las tres anteriores pueden nacer las pantallas táctiles, pensadas para brindar experiencias interactivas a los usuarios. Se suelen usar en puntos de venta, exposiciones o lugares de información, permitiendo a los usuarios obtener más datos o saber más sobre productos o servicios. Algo que mejora la experiencia y la satisfacción de los consumidores.

Crean experiencias cercanas y a medida, elevando el índice de ventas y son muy recomendables en tiendas o negocios dedicados a la venta en general. Usarlas para mostrar catálogos interactivos o experiencias adicionales es un acierto asegurado.