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Cerca del 90% de las compañías en España incorpora a las personas con discapacidad en su voluntariado corporativo

El Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo de la Fundación Adecco presenta los resultados de la segunda encuesta "El estado del Voluntariado Corporativo en España", un trabajo que ofrece una visión integral de los programas de voluntariado corporativo en nuestro país basado en la experiencia de 73 empresas que implementan estas actividades de manera continua


POR Alto Directivo, 19-12-2024 07:30:00

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Desde que comenzaran las primeras actividades de voluntariado corporativo en España a finales de la década de los 90 (coincidiendo con el anuncio del Pacto Mundial de las Naciones Unidas en 1999), esta práctica ha ido evolucionando y transformándose hasta convertirse en un pilar estratégico para las compañías.

En un principio, las iniciativas de voluntariado corporativo se llevaban a cabo de manera aislada y se vinculaban principalmente al interés o motivación de personas concretas dentro de la organización.

No existía una planificación estratégica ni un enfoque estructurado: las acciones surgían de forma espontánea, respondiendo más a impulsos e intereses individuales que a una visión y estrategia corporativa.

En la primera década de los 2000 se escuchaba mucho una frase: "El objetivo del voluntariado corporativo es devolver a la sociedad parte de lo que ésta le entrega". Un enunciado que, hoy en día, queda completamente desfasado. "En sus comienzos, se abordaba el voluntariado corporativo desde un enfoque compensatorio, como si fuera una forma de redimir un impacto negativo, en lugar de una herramienta proactiva para construir valor compartido. Aunque esta visión no ha desaparecido por completo tiende a su extinción, ya que no refleja el enfoque actual de la práctica del voluntariado. Hoy en día, las empresas buscan integrar el impacto social en su modelo de negocio no como una "devolución" sino como un elemento clave para su estrategia de sostenibilidad", explica Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

Madurez de las iniciativas de voluntariado corporativo Adecco

En efecto, y a medida que el voluntariado corporativo ha ido avanzando, las empresas han empezado a reconocer sus beneficios integrales. Como veremos más adelante, no solo ayuda a fortalecer el compromiso y sentido de pertenencia de la plantilla, sino que también contribuye significativamente a mejorar la relación con todos los grupos de interés, impactando en la reputación externa.

En este camino, uno de los grandes puntos de inflexión ha sido la Ley 45/2015, de 14 de octubre, de Voluntariado. Un marco normativo que ha marcado un hito en la consolidación del voluntariado corporativo, al reconocer explícitamente el papel del tejido empresarial en la promoción de actividades de voluntariado orientadas a abordar retos de interés general.

"La ley ofrece a las empresas un respaldo normativo que legitima su participación en actividades de voluntariado, incentivando el diseño de programas más estructurados y estratégicos. Además, durante la última década venimos observando que muchas empresas han evolucionado hacia un enfoque más profesionalizado del voluntariado, integrando estas acciones en sus políticas y estrategias de sostenibilidad y ESG, creando departamentos específicos para su gestión y estableciendo de forma incipiente métricas para medir su impacto social y corporativo. Esta profesionalización ha dado lugar a un aumento de las alianzas con el tercer sector, mejorando la eficacia y el alcance de las acciones", explica Mesonero.

Poderosa herramienta de gestión de la Diversidad y RRHH

Otro de los grandes impulsores del voluntariado corporativo en España ha sido su indiscutible impacto en las políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión y en el área de Talento y Cultura corporativa.

"Está plenamente constatado que el voluntariado corporativo moviliza de forma natural a personas muy diferentes dentro de una misma empresa, en términos de edad, sexo, competencias y habilidades, cargos y posiciones, nacionalidad, formas de pensar, creencias religiosas o bagaje cultural, entre otras. Todas ellas se mueven para responder a un reto de interés común, trabajando en equipo para su consecución. Es una poderosísima herramienta de gestión que fomenta la cooperación y la sensibilización hacia realidades diferentes, impactando directamente en la madurez de la empresa en términos de diversidad e inclusión", señala Mesonero.

Por otra parte, y en el ámbito de los Recursos Humanos, el voluntariado corporativo se posiciona como un gran vehículo para fomentar el compromiso y la fidelización de la plantilla, así como su productividad. No cabe duda de que impacta en la retención del talento, mejora el clima laboral, desarrolla habilidades y competencias de los equipos y promueve el bienestar emocional de los profesionales.

Por todo ello, el voluntariado corporativo se ha instalado y consolidado en la agenda empresarial como una poderosa herramienta de gestión que tiene un impacto transversal en la organización.

Beneficio de los voluntariados corporativos de inclusión

El voluntariado corporativo avanza hacia su madurez estratégica

Como se ha explicado en el epígrafe anterior, el voluntariado corporativo constituía, en sus orígenes, una práctica periférica y ligada a la filantropía, que nacía mayormente del compromiso del equipo con las comunidades locales. Un enfoque que ya va quedándose atrás, como reflejan los resultados del presente análisis. Así, un 63% de las organizaciones encuestadas destaca que su programa de voluntariado corporativo ya cuenta con objetivos y áreas de actuación alineadas con el negocio, con la estrategia de ESG y Sostenibilidad y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Un 2,7% va más allá y cuenta, además, con métricas de impacto y feedback de las personas voluntarias.

Por detrás, un 19,2% cuenta con un programa de acciones y un equipo estable, pero no está integrado en el negocio ni en la estrategia de ESG y sostenibilidad. Y, por último, un 15,1% se encuentra en una fase inicial en la que cuenta con acciones puntuales formales e informales que nacen del compromiso del equipo con las comunidades locales.

Además, casi la mitad de las empresas encuestadas (49,3%) sostiene que su programa de voluntariado ha aumentado significativamente en participación e impacto en los últimos tres años. Por otra parte, en un 31,5% de los casos se ha mantenido estable, mientras que un 19,2% de las empresas está en proceso de rediseñar el programa para alinearlo mejor con los objetivos ESG y sostenibilidad.

"Todo apunta a que el crecimiento del voluntariado corporativo continuará acelerándose en los próximos años, profesionalizándose e incorporando métricas de impactos. Las alianzas estratégicas con el tercer sector serán clave y las acciones se alinearán cada vez más con las necesidades reales de las personas beneficiarias", vaticina Mesonero.

Inclusión sociolaboral, el principal propósito

El presente análisis ha profundizado en la identidad de los programas de voluntariado corporativo, es decir, en los principios, motivaciones y propósitos que conducen a las organizaciones a diseñar estas acciones.

En la pasada edición fue el medioambiente el reto que más movía a las empresas en sus actividades de voluntariado corporativo, seguido de la inclusión sociolaboral. Sin embargo, el presente año se han dado la vuelta las cifras y es la inclusión sociolaboral el principal propósito (65,2%), seguida del medioambiente (60,4%).

"La inclusión sociolaboral se posiciona como el principal propósito de las actividades de voluntariado corporativo, ya que, durante el último año, las agendas de diversidad e inclusión han ganado gran relevancia en las estrategias empresariales. No en vano, las personas voluntarias sienten un impacto muy significativo al participar en iniciativas que abordan problemas humanos, que sienten cercanos y con los que empatizan. Y si bien los temas medioambientales siguen siendo muy relevantes, y además se ven amparados por regulaciones muy estrictas, tienden a percibirse como problemas más de largo plazo, mientras que la inclusión sociolaboral responde, habitualmente, a urgencias inmediatas", destaca Héctor Clemente, director de voluntariado corporativo en la Fundación Adecco.

Destino de las actividades de voluntariado corporativo 2024 Adecco

La inclusión laboral sigue ganando terreno

Como hemos señalado, la inclusión sociolaboral es hoy el principal fin del voluntariado corporativo en España. Sin embargo, se trata de dos elementos (social y laboral) que están cada vez más diferenciados en el imaginario empresarial.

En esta línea, Héctor Clemente recalca que "en la Fundación Adecco llevamos más de 15 años acompañando a las empresas en la creación de iniciativas de voluntariado corporativo con un claro objetivo: impulsar el acceso al empleo de personas en riesgo de exclusión. A lo largo de este tiempo, hemos sido testigos de una evolución significativa. Mientras que en los primeros años el foco se centraba en el impacto social, favoreciendo el encuentro y el intercambio de valores entre personas beneficiarias y voluntarios de las empresas, hoy vemos cómo el voluntariado corporativo ha dado un salto hacia la profesionalización. Actualmente, las empresas priorizan actividades que aprovechan el conocimiento técnico y la experiencia de su plantilla, poniendo estos recursos al servicio de la empleabilidad e inclusión laboral. Este cambio refleja un entendimiento más profundo del voluntariado corporativo, ya que el empleo no solo proporciona independencia económica, sino que también es clave para fortalecer la autoestima y normalizar la vida de las personas que afrontan mayores barreras".

De hecho, si el pasado año un 52,5% de las empresas posicionaba la inclusión laboral como el principal propósito del voluntariado, hoy esta cifra crece hasta el 54,3%; seguida de la inclusión social (32,5%); el apoyo emocional (5%) y el ocio y el respiro familiar (4%).

Personas con discapacidad, el principal grupo de interés

La inclusión sociolaboral es uno de los grandes pilares del voluntariado corporativo, pero ¿a qué personas va dirigida? La presente encuesta ha permitido identificar los segmentos de la población a los que están dando prioridad las empresas en sus actividades de voluntariado corporativo.

En primer lugar, las personas con discapacidad son el grupo social más estratégico y en el que las organizaciones están poniendo más foco. En concreto, un 83,3% de las empresas encuestadas involucra a su plantilla en actividades de voluntariado corporativo que les permiten convivir y acompañar a personas con discapacidad. "Este segmento de la población constituye un gran termómetro para medir el grado de inclusión de una organización, siendo las acciones de voluntariado una apuesta estratégica para tender puentes con la comunidad, fortalecer el sentido de propósito y avanzar en la contratación de personas con discapacidad (en concreto, en el cumplimiento de la cuota del 2% que marca la legislación). En muchas ocasiones, las empresas tienen dificultades para incorporar personas con discapacidad debido al factor cultural -desconocimiento o falta de experiencias previas- y encuentran en el voluntariado una excelente vía para facilitar el acercamiento y la comprensión del potencial de las casi 150.000 personas con discapacidad que buscan trabajo en España", comenta Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

5 razones por las que el voluntariado corporativo ayuda a generar culturas corporativas más abiertas a la discapacidad

A la luz del resultado obtenido en la encuesta, la Fundación Adecco expone cinco razones por las que el voluntariado corporativo ayuda a las empresas a generar culturas corporativas más abiertas a la discapacidad, y, por tanto, también a cumplir con la cuota del 2% que marca la legislación (Ley General de los derechos de las Personas con Discapacidad y su Inclusión Social, dirigida a las empresas de más de 50 personas trabajadoras):

1. Entornos más sensibilizados. El voluntariado corporativo permite a los profesionales de una compañía conocer de cerca las capacidades y talentos de las personas con discapacidad, teniendo en cuenta que frecuentemente no han tenido contacto con estas realidades. De este modo, se derriban prejuicios, se genera empatía, y se fomenta una cultura inclusiva en la empresa, que se muestra más proclive a la incorporación de personas con discapacidad, aunque no tenga experiencias previas.

2. Detección de talento con discapacidad. Las actividades de voluntariado con personas con discapacidad son una perfecta ocasión para que las empresas identifiquen perfiles profesionales entre los participantes con discapacidad, facilitando así su futura contratación.

3. Conexión con entidades especializadas. En la misma línea, a través del voluntariado, las empresas establecen vínculos y alianzas con organizaciones que trabajan con personas con discapacidad, ampliando su red para identificar profesionales con discapacidad cualificados.

4. Desarrollo del talento de las personas con discapacidad. Mediante las actividades de voluntariado corporativo, las personas con discapacidad tienen la oportunidad de acercarse a la realidad empresarial y desarrollar competencias clave, que hoy son muy demandadas por las compañías como las habilidades de comunicación, el trabajo en equipo o la orientación a resultados. De este modo, el talento con discapacidad se empodera e incrementa su empleabilidad, lo que favorece asimismo su contratación.

5. Mejora de la marca empleadora. Al promover una cultura inclusiva, la empresa refuerza su reputación como organización responsable, atrayendo el talento con discapacidad, que querrá formar parte de una empresa inclusiva, que reconozca sus habilidades.

En definitiva, el voluntariado corporativo se convierte en una poderosa herramienta para normalizar la presencia de las personas con discapacidad en las plantillas, dando con ello respuesta a los objetivos de Diversidad, equidad e inclusión y fomentando el cumplimiento legal, que exige a las empresas de más de 50 empleados la incorporación de un porcentaje de personas con discapacidad no inferior al 2%.

Otros grupos sociales de interés en los voluntariados de inclusión sociolaboral

La infancia y juventud es el segundo grupo de interés en el que las empresas se están enfocando más. En esta línea, un 51,8% de las organizaciones desarrolla actividades de voluntariado en las que su plantilla participa en diferentes acciones con niños y jóvenes en riesgo de exclusión.

A las personas con discapacidad y a la infancia y juventud, siguen otros grupos de interés como las personas sin hogar (38%); las personas sénior y/o mayores (37,7%), las mujeres en riesgo de exclusión (víctimas de la violencia de género o al frente de familias monoparentales) (25,5%), las personas refugiadas y/o migrantes (10,6%), las personas drogodependientes (4,5%) o las personas reclusas y exreclusas (4,5%).

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