A estas alturas de los acontecimientos, nadie puede dudar que la formación y capacitación siguen siendo pilares del desarrollo. Cada vez que nos referimos a los terceros países y muy especialmente, a los que aún pertenecen a la categoría de subdesarrollados, insistimos una y otra vez en las deficiencias de algunos indicadores macroeconómicos, pero olvidamos con frecuencia uno de los más importantes de todos: el nivel educacional de una nación
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Claro está, este razonamiento si bien sigue siendo válido en el siglo XXI, porque aún hay países que no han llegado a los mínimos de educación requeridos para emprender la senda del desarrollo, parecería en nuestro ámbito de países desarrollados europeos un análisis un poco 'demodé'.
En términos de lo que se pretendía analizar en la década de los 60 del siglo XX puede que hoy no se ajuste a la realidad europea, porque es el espacio geográfico de más riqueza y que se le supone de mejor formación de sus habitantes y su clase dirigente. Pero entrados ya en el umbral del horizonte 2020, es imperativo concienciar a empresarios, directivos y profesionales, que en el presente existe otro tipo de analfabetismo que se explica por la mejor o peor adaptación a la transformación digital.
Si hablamos a nivel local de España, es importante que nos hagamos algunas reflexiones:
1º) ¿Son importantes las carencias formativas que tiene aún hoy el empresariado?
2º) Desde las organizaciones empresariales y sindicales existen planes formativos, pero nadie ha creado una estrategia formativa en las empresas. ¿Estamos a tiempo de revertir este proceso para evitar que los modelos de aprendizaje necesarios para enfrentar la gran transformación digital se queden definitivamente obsoletos?
3º) Nadie está en mejor posición que empresas y directivos para crear empleo, pero necesitan no sólo la formación adecuada, sino la que pueda dar respuesta a la revolución digital que nos invade cada día con nuevos descubrimientos. En definitiva: hay gente muy preparada pero tienen carencias en el ámbito digital. No comprenden su lenguaje y alcance.
4º) La transformación debe empezar por los equipos directivos, tanto de alta dirección, como mandos intermedios, siendo éstos últimos claves a la hora de lograr un cambio de cultura en cualquier organización, que está en pleno proceso de adaptación a las NT’s y las consecuentes adaptaciones de nuevos métodos y procedimientos.
¿Qué papel ha jugado la universidad en este proceso de adaptación a los nuevos requerimientos formativos?
Desde el ámbito universitario se ha impulsado la formación de postgrado con un corte académico, lo cual ha dejado como espacio natural de la formación empresarial y directivo en manos de las escuelas de negocio. Debemos recordar, que la razón para que éstas surgieran en la década de los 60 del siglo pasado, se produce ante las exigencias de la industria y las corporaciones norteamericanas, ya que requerían niveles de capacitación que no era posible obtener en la formación terciaria.
¿Qué es lo que ha provocada la decisión de seguir un postgrado en una universidad?
Se ha centrado todo el interés de los candidatos en la titulación, que si bien no criticamos, la prioridad en una etapa clave del desarrollo personal y profesional de un potencial directivo, es la capacitación profesional que pueden dar las escuelas de negocio. Pero además se ha dado la paradoja, que debido a la presión que las universidades y los consecuentes cursos de postgrado habilitados provocaban en la demanda, se producía una cierta laxitud en algunas de las escuelas que impulsadas por las nuevas reglas del mercado, se vieron obligadas y se siguen viendo, a considerar también la cuestión de títulos, lo que pudo menoscabar la exigencia formativa y componentes curriculares de algunos programas.
Esto también nos lleva a unos de los problemas capitales de la formación terciaria y cuaternaria: la metodología. No se puede mantener la misma forma de dictar un curso cuando los métodos utilizados en 1990 se aplican en 2016. Una cuestión que siempre ha afectado a las formas en que se impartían las clases, es la propia evolución de la tecnología. Pero hasta la entrada de la revolución digital, digamos que había una aceleración continua pero controlable.
Hoy día, está absolutamente descontrolada la innovación y el impacto que produce en todos los ámbitos de la economía y la sociedad, por ende, en los procesos formativos. De ahí que, la clase empresarial, las cámaras empresariales, los sindicatos y todos los colectivos interesados en mantener un nivel de competitividad como país a la altura de los más desarrollados tecnológicamente del mundo, como Estados Unidos, Japón, Reino Unidos y Alemania, están obligados a tomarse muy en serio tanto la adaptación de las organizaciones al nuevo modelo digital (cuestión que está en pañales aún) como la formación de los directivos y empresarios en este nuevo lenguaje en el que nos comunicamos en los mercados.
El contexto no es simple, más bien todo lo contrario, ya que la mezcla de estrategia digital de training y capacitación, tanto en marketing como en el liderazgo, amén de la resolución de problemas a los que hay que enfrentarse diariamente, exigen nuevo know-how y también metodologías apropiadas a la situación actual.
A fin de especificar algunas necesidades que la digitalización exige para la formación de buenos líderes digitales, aquí señalamos a título meramente enunciativo algunas de ellas:
- Planificación del uso correcto de la tecnología digital para las campañas de marketing, comunicación y publicidad.
- Mejorar la participación en las redes sociales, a través de una planificación de comunicaciones efectivas siempre activas y que creen el interés sobre nuestra empresa, marca, productos, etc.
- Creación de un nuevo sitio Web de marca o rediseño del sitio existente.
- Mejora de la estrategia de crecimiento de la marca / categoría / mercado.
- Integración de móviles en la mezcla de canales.
- Impulsar el ROI mediante la optimización.
¿Qué se persigue con un training adecuado?
a) Ayudar a los equipos de marketing a cambiar su eficacia.
b) Fortalecer la presencia en los medios digitales para asegurar que se convierten en sitios aptos para que se obtengan beneficios por la repercusión de nuestras comunicaciones.
d) Obtener resultados exitosos para los diferentes equipos de trabajo y/o departamentos.
Qué es lo que debe perseguirse en la formación y training de equipos:
- Un programa y una estrategia digital no sólo más fuerte sino bien focalizada, a través de un proceso de debate y pensamiento interno entre los miembros y jefes, que les permita siempre dar un paso más en cuanto a la capacidad de adaptación, ajuste y mejora.
- La necesaria adaptación y capacidad de respuesta rápida al cambio y transformación digital, no es una cuestión teórica, sino que debe responder a un plan de acción concreto, con factores críticos de éxito programados para su desafío específico de marketing digital al que se enfrentan. O sea diagnóstico preciso e implementación de acciones muy rápidas.
- Emponderar a los equipos para que tengan autonomía decisoria y crítica, caso contrario, la respuesta al mercado puede quedar demorada o hacerse inapropiadamente.
Directivos, empresarios y cambio
En un mundo de cambio constante y exponencial, las capacidades que necesitan los altos directivos han cambiado dramáticamente. Una de las mayores barreras para el éxito del negocio digital es la comprensión estratégica de la revolución digital por parte de directivos y empresarios. Esto implica la visión que deben adaptar al nuevo entorno digital para que pueda hacerse una integración indolora, porque las investigaciones hasta la fecha dicen claramente que la barrera principal para lograr el éxito digital es la propia gente, especialmente cuando a nivel de dirección no existe consciencia del alcance de este avance.
Cuanto más conocimiento tengan los líderes de marketing, serán más capaces de aprovechar la innovación, administrar equipos diversos y remotos y tener un know-how profundo y ajustado a la evolución rápida del comportamiento del consumidor.
La capacidad de crear una cultura innovadora de veloz capacidad de respuesta, es importante para identificar y responder a la cada vez más acelerada irrupción de la tecnología, que tiene la virtud o el defecto de interrumpir o acelerar procesos de integración digital.
Hay que tener en cuenta que los procesos están cambiando, los clientes están cambiando, el marketing está cambiando, y lo más importante: el entorno ya ha cambiado y hay que competir en este nuevo ámbito en el que lo analógico es pasado y lo digital es presente y futuro.
Antonio Alonso Sánchez
Presidente de Asociación Española de Escuela de Negocios.
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