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La filial británica de Iberdrola, Scottish Power, ha creado un fondo específico dotado con 5,2 millones de libras (7 millones de euros) para ayudar durante dos años a los consumidores que pasen por dificultades económicas y se hayan visto obligados a retrasar el pago de algún recibo.

La ayuda irá destinada a clientes que hayan contraído una deuda con Scottish Power y que hayan dejado de pagar la luz porque son "financieramente incapaces" de hacerlo, ante la gravedad de su situación económica.

El fondo, que será administrado por una entidad independiente, también obligará a los clientes a contactar con un asesor en materia de deudas que les informe acerca de cómo manejar sus ingresos y costes.

Scottish Power no renuciará a su derecho a exigir el dinero impagado, pero al mismo tiempo transferirá al fondo los créditos que no se hayan recuperado y que superen los dos años de vida.

La compañía ya ha comenzado además a conceder créditos a sus clientes, por valor de 10 millones de libras (14 millones de euros), para financiarles el pago de las facturas.

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