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Un 62 por ciento de de los catedráticos, responsables de fiscalidad de compañías nacionales e internacionales y directivos de asociaciones profesionales consultados cree que el tipo de gravamen nominal del Impuesto de Sociedades (IS) debería mantenerse durante los próximos cuatro años y sólo un 33 por ciento estima que tendría que bajarse.
En el Consenso Fiscal, elaborado por PwC, correspondiente al primer semestra de 2016, también son mayoría -un 42 por ciento- los que creen que debe mantenerse el actual tratamiento de las rentas del ahorro en el Impuesto sobre la Renta de las personas Físicas (IRPF) en comparación con las del trabajo, mientras que para el 35 por ciento debe reducirse la diferencia de trato entre ambas modalidades y para el 15 por ciento incrementarse.
No menos abrumadora es la mayoría -el 64 por ciento- de los que opinan que debería reducirse el tipo de gravamen nominal del IRPF, aunque un 34 por ciento cree que debe mantenerse.
Diferencias sobre el modelo
Sobre la posibilidad de que la estructura de tipos del IVA en España -4, 10 y 21 por ciento- se aproxime a la de Alemania -7 y 19 por ciento-, una ligera mayoría del 43 por ciento opta por dicha aproximación, mientras que el 38 por ciento cree que debe mantenerse nuestro modelo y un 19 por ciento preferiría una estructura intermedia.
Al valorar las diferencias entre comunidades autónomas en relación con el Impuesto sobre el Patrimonio (IP) y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD), un considerable 61 por ciento estima que deberían eliminarse esas diferencias, un 24 por ciento reducirse y un 11 por ciento mantenerse.
La opinión del Consenso está dividida casi a partes iguales entre los que creen que el nivel de presión fiscal de las empresas en España es normal -43 por ciento- y entre los que piensan que es alto o muy alto -46 por ciento-. Eso sí, la balanza se inclina cuando se pregunta entre los expertos sobre si cree esta aumentará en el próximo año: un 54 por ciento asegura la carga fiscal sobre las compañías subirá en mayor o menor medida.
Por el contrario, sigue siendo muy mayoritario -el 89 por ciento- el número de encuestados que cree que la fiscalidad asociada en las rentas del trabajo en España es alta o muy alta. Aumentan del 40 por ciento al 46 por ciento los que piensan que en nuestro país la presión relacionada con la fiscalidad indirecta es normal y caen del 58 por ciento al 48 por ciento los que aseguran que es elevada o muy elevada.
Los expertos y directivos no esperan que el próximo año aumente la seguridad jurídica respecto a la aplicación de los tributos -un 60 por ciento estima que disminuirá- y se mantiene, aunque algo más atenuada, la opinión generalizada de que en las inspecciones la Administración Tributaria tiene una actitud muy favorable a sus posiciones. Con todo, disminuye del 80 por ciento al 69 por ciento los que creen que la conflictividad del sistema tributario español aumentará en 2017.
La opinión sobre el nivel de fraude fiscal se atempera un poco -cae 6 puntos- aunque hay un amplio 69 por ciento que lo califica como elevado o muy elevado. De cara al próximo ejercicio las expectativas de los expertos -62 por ciento- es que seguirá igual. Un 66 de los encuestados piensan que el sistema tributario español no favorece la actividad emprendedora y un 61 por ciento que tampoco ayuda a atraer la inversión empresarial.
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