AltoDirectivo
Un nuevo informe del Instituto de Investigación de Capgemini pone de manifiesto que en la mayoría de las empresas (58%), la automatización sigue sin propiciar los objetivos de incremento de productividad esperados por la dirección. El estudio, bajo el título Upskilling your workforce for the age of the machine, revela que, si bien la automatización eleva en cierto grado la productividad, la clave para extraer todo su potencial reside en que las empresas proporcionen las competencias adecuadas a los empleados.
El estudio, que se basa en una encuesta realizada a 800 directivos y 1.200 empleados de más de 400 grandes organizaciones, pone de relieve la importancia de los programas de mejora de competencias de la plantilla (también, programas de upskilling) para conseguir incrementos de productividad y ahorros. Así, una empresa con una plantilla igual o superior a 50.000 trabajadores, madura tanto en la adopción de tecnologías de automatización como en la implantación de programas de mejora de competencias podría conseguir ahorros de unos 90 millones de dólares más al año frente a las empresas que, aunque maduras en esta tecnología, no acometen planes de actualización de competencias.
Entre las razones por las que las empresas emprenden iniciativas de automatización, la más compartida es la mejora de la calidad (señalada por el 43%), seguida de la mejora de la productividad de la plantilla (un 37%). Sin embargo, para el 58% de los directivos y el 54% de los empleados la automatización todavía no ha propiciado el aumento de la productividad en su organización. Esta percepción se acusa especialmente en Suecia, Estados Unidos y China, donde el 66%, el 64% y el 61% de los directivos, respectivamente, así lo consideran. En general, la visión de los empleados es muy coincidente con la de los directivos a este respecto, salvo en India, China y Francia.
El optimismo sobre el impacto de la automatización es mayor entre las organizaciones que ya han avanzado en la implementación de programas generales de adecuación formativa y funcional para los trabajadores. En estos casos, la mayor parte de los empleados (52%) y una alta proporción de directivos (46%) consideran que esta tecnología está mejorando la productividad, frente a solo el 42% de los empleados y el 35% de los ejecutivos que así lo consideran, respectivamente, en las organizaciones que todavía no han emprendido estos programas. Las ventajas no redundan solo en la productividad: los empleados de empresas que ya realizan programas de actualización de habilidades a gran escala se muestran más positivos que aquellos de compañías con cuyos programas están aún en fase inicial. Las diferencias en las opiniones de los trabajadores se muestra en aspectos como la progresión profesional (76% frente a 60%), la motivación (48% frente a 33%) y el desempeño de nuevas responsabilidades (57% frente a 46%).
Pese a la importancia de los programas de upskilling para sacar partido a la automatización, pocas organizaciones tienen una estrategia madura a este respecto. Según el estudio, si bien un 91% de las empresas consultadas ha completado o comenzado el desarrollo de un programa de formación —la que sería la primera fase—, un 35% todavía no ha comenzado a establecer la infraestructura y las colaboraciones necesarias —segunda fase —, un 73% todavía no tiene en marcha un proyecto piloto —tercera fase — y solo un 10% ha comenzado a implantar a escala el programa de mejora de competencias para sus empleados —cuarta etapa—. Por otro lado, las opiniones por parte de los empleados son un tanto críticas y ambivalentes con respecto a los programas de upskilling. Así, para una mayoría (61%) estos programas no han sido útiles a la hora de “adquirir competencias para ser más eficientes” y para un 54%, “no han procurado las competencias que le habrían proporcionado mayor empleabilidad”. Por el contrario, el 62% de los empleados afirma que los programas le han ayudado “a mantener el puesto de trabajo o evitar el despido” y un 54%, a “acabar con las actividades repetitivas”.
El informe pone de manifiesto que el análisis del impacto de la automatización en las personas es un elemento clave que todavía numerosas organizaciones tienen pendiente, pero debería ser uno de los primeros pasos. Cerca del 60% de los directivos de RR. HH. y otras áreas admiten que el impacto de la automatización en la plantilla no es un elemento determinante en la visión y estrategia de automatización. Con todo, cerca del 55% ya ha redefinido las competencias que necesitarán en el marco de la adopción de la automatización; identificado nuevas tareas o puestos para empleos que están siendo desplazados por la automatización; está tomando medidas para adaptar las competencias al nuevo entorno y diseñando programas de formación ex profeso. Por otro lado, los líderes no informan con regularidad a sus empleados sobre las iniciativas de automatización, de mejora de competencias o de nuevos perfiles de trabajo que surgen relacionados con esta tecnología. En concreto, menos de la mitad (45%) informa de las iniciativas de automatización, su importancia y el posible impacto en la plantilla.
A este respecto, Eberhard Schroder, director de servicios de RR.HH. en ZF Friedrichshafen, fabricante alemán de piezas para automóviles, comenta: “La gestión del cambio en la adaptación de los empleados a la automatización representa por lo menos la mitad del éxito de toda una estrategia de automatización. Y la comunicación es un pilar clave sobre el que se apoya el esfuerzo de la gestión del cambio. Los responsables de las organizaciones deben ser proactivos y comunicar lo que estamos haciendo, por qué lo hacemos y hasta dónde alcanza lo que hacemos”.
Por su parte, Claudia Crummenerl, directora general de la práctica Personas y Organización de la unidad Capgemini Invent, lo explica así: “La automatización ofrece importantes beneficios a las grandes organizaciones, pero solo si la implementación de la tecnología se acompaña con la adecuación de las competencias de las personas. Demasiadas grandes compañías se están quedando atrás en el desarrollo de programas de formación y, como demuestra este estudio, por este motivo no están materializando todos los beneficios en términos de productividad que ofrece la automatización. No hay duda de que la automatización va a transformar la fuerza de trabajo y las tareas y roles que actualmente existen, pero es crítico que las empresas avancen más deprisa para prepararse a sí mismas y a sus empleados, con el fin de alcanzar los beneficios de la automatización”.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.
Alto Directivo