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Al menos un 8% de la población en España asiste a su puesto de trabajo de forma telemática. Como es evidente, muchas empresas han incorporado dicha opción y han tenido que adaptarse de distintos modos. Por ejemplo, sirviéndose de una moderna, completa y cómoda centralita virtual como la ofrecida por Monema.

El poder de la ubicuidad laboral

El teletrabajo es una variante laboral últimamente muy extendida entre las empresas a causa de la reciente pandemia de la Covid-19. No obstante, esta modalidad de trabajo desde el propio domicilio no encuentra tan sólo una situación de estas características como fundamento. La opción de trabajar desde casa, tanto por una mayor comodidad, como por el abaratamiento de los costes de, por ejemplo, una oficina es algo que viene dándose desde hace tiempo. Especialmente, gracias a los avances en Internet y en telecomunicaciones, que facilitan sobremanera una conexión limpia, segura y rápida entre el trabajador asentado en casa y la empresa para la que opera.

Aunque pueda parecer inverosímil adaptar todo trabajo dependiente de una oficina a un hogar, la realidad es que cada vez hay más vías para hacerlo. Sin ir más lejos, los novedosos sistemas de centralita virtual para el teletrabajo permiten ubicuidad. Es decir, ejercer de centralita de una oficina desde cualquier lugar, incluso fuera de casa si es preciso. Bastando con la casi milagrosa conexión a Internet, capaz de abarcar ya a estas alturas cualquier obstáculo que extienda la distancia como traba. Una oportunidad para que cualquier trabajador, sea necesaria su instalación en el hogar por motivos de salud o circunstanciales, pueda proseguir su labor a la par que la empresa readministra algunas de sus operaciones.

¿Qué es una centralita virtual?

Si bien antaño un solo teléfono o pocos servían a una empresa para poder comunicarse y recibir quejas o peticiones de sus clientes, a finales del s. XX la creciente atención al cliente precisó de más envergadura. De ello nacieron las llamadas centralitas telefónicas, donde una jauría de oficinistas atendía las llamadas de todos los clientes con el propósito de resolver sus dudas, solucionar sus problemas o apaciguar las quejas. Básicamente, consistía en una gran cantidad de aparatos telefónicos interconectados para atender llamadas a partir de líneas telefónicas de compañías públicas. Pudiendo, una misma persona, atender simultáneamente más de dos llamadas.

Como es sabido, al nacer Internet también se dio a luz un océano de posibilidades que ni a día de hoy ha concluido. Las centralitas telefónicas como tal quedaron parcialmente obsoletas, dado que el comercio online incrementó los clientes potenciales gracias, de nuevo, a la ubicuidad de la red. Hoy en día, por lo tanto, las llamadas centralitas virtuales son un sistema de asistencia telefónica al cliente, aunque con más opciones, que se sirve de la nube para disponer y organizar diversos puestos telefónicos sin precisar un lugar concreto para su fin. Pudiendo, por ejemplo, convertir un teléfono móvil de empresa en una centralita.

Monema: tu voz en la nube

La centralita virtual Monema es un moderno y completo sistema de centralita que poder utilizar desde un puesto de teletrabajo. Siendo necesarias tan sólo una app, o una dirección telefónica IP de sobremesa o inalámbrica. Además, la centralita virtual Fonema incluye integración con Microsoft Teams. Es decir, un sistema de reunión por videoconferencia, llamada o chat mediante el que incluir a otros trabajadores si ello fuera necesario para ejecutar un plan empresarial o atender cualquier consideración. Ideal para no dejar de lado el contacto entre la plantilla de una empresa, sea tanto por motivos de emergencia, confinamiento o, simplemente, comodidad.

La centralita virtual de Monema tan sólo precisa de un teléfono móvil para realizar su cometido. Basta con mantener el número personal y adjuntar el número proporcionado por Fonema como línea de la empresa, pudiendo efectuar y recibir llamadas en ambos números. Contando, además, con un bono mensual de 500 minutos a fijos y/o móviles de España para cada usuario y, por el bien de nuestro bolsillo, con tarifas asequibles y sin establecimiento de llamada. Un claro e innovador avance que otorga una gran comodidad tanto a la empresa como al trabajador. De un modo, a distancia, que augura ser capital en la perspectiva laboral de nuestros futuros.

Una centralita virtual multifunciones

Monema incluye una gran variedad de funcionalidades increíblemente útiles para facilitar la labor de la asistencia telefónica en el teletrabajo. Además de poder instalarse en cualquier sistema operativo, goza también de un sistema de grabación y transferencia de llamadas e integración del CRM de la empresa. Incluso de una operadora automática para aliviar tiempos de espera, incluyendo la opción de crear locuciones y música para dichos lapsos, o redirigir horariamente las solicitudes del cliente. Así como traspasando sus datos y fichas al mismo dispositivo para que la centralita virtual esté totalmente completa.

La centralita virtual de Monema dispone también de mensajería instantánea y presencia, útil para que cuando un teletrabajador atienda una llamada su estado como ocupado aparezca para el resto de trabajadores. Lo que evita posibles llamadas a destiempo o interrupciones indeseadas entre la misma plantilla. Siendo posible crear y organizar grupos de salto, es decir, configurando cuáles usuarios serán los que atiendan las llamadas y cómo, anotando órdenes e incluso estadísticas para supervisar la labor de cada trabajador. Añadiendo la posibilidad de crear un call centermediante el que poder generar, por ejemplo, informes con métricas precisas y avanzadas.

El auge del teletrabajo

Con entorno al 8% de teletrabajadores en España, esta opciónlaboral telemática apunta sin duda alguna a establecerse forma aún más consolidada en un futuro, sino inmediato, verdaderamente próximo. Y aunque ello suponga un verdadero cambio en el trabajo tal y como lo conocemos, también puede suponer un aumento de la empleabilidad, si no erradicando el trabajo presencial, complementándolo con la labor doméstica. Lo que puede suponer un semáforo en verde para que muchos, especialmente los más jóvenes, accedan al mercado laboral con más facilidad.

No obstante, y a riesgo de obcecarse en la labor, que es responsabilidad de cada ciudadano, es preciso tomarseel teletrabajo, redundantemente, como un trabajo. No una opción para aglutinar incontables horas extra que hagan uso de la supuesta falta de excusas que se atañe a quien trabaja des del hogar. De hecho, la misma existencia del derecho a la desconexión digital debe formar parte de ello. Y eso sí, sin negar jamás que una centralita virtual como Monema tanto debe ser una ventaja en igual virtud para la empresa, como para sus trabajadores.

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