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En la vida son muchas las circunstancias y momentos por lo que pueden pasar las empresas. Lo que está claro es que levantar un negocio de 0 tiene sus costes y sus riesgos, pero todo lo bueno que da compensa todo lo demás. En la vida siempre vienen etapas peores que hay que intentar sobrellevar de la mejor manera posible. En el mundo empresarial esas etapas están relacionadas, entre otras cosas, con el concurso de acreedores. En este post te vamos a poner al día sobre este concepto, te contaremos en qué consiste el concurso de acreedores y cuales son las causas que derivan esa situación. Además de esto, damos respuesta a la pregunta ¿Se puede salir de un concurso de acreedores? Es posible y te contamos todo.
En el mundo empresarial, las palabras "concurso de acreedores" son las palabra más temidas. Tradicionalmente, el concurso de acreedores se ve como un problema máximo que puede tener una empresa y, al contrario, hay que verlo como la mejor solución que puede tener una empresa en un momento complicado de gestión y de rentabilidad de la misma. Pero, en qué consiste el concurso de acreedores, te contamos más.
Un concurso de acreedores es una de las situaciones que se puede producir en el momento en el que una empresa no es solvente y no cuenta con liquidez para poder hacer frente a todas la obligaciones fiscales que esta tiene. En definitiva, es una salida, una buena alternativa para acabar con situaciones de crisis de empresas que están pasándolo mal y no se pueden hacer cargo de ciertas situaciones que devienen del ejercicio de su actividad.
El concurso engloba diferentes situaciones como la de imposibilidad de pagos de salarios a trabajadores, pagos a la seguridad social, pago a proveedores o cualquier otro tipo de gasto que surja del funcionamiento de la empresa.
Por tanto, el concurso de acreedores es la mejor solución para momentos de crisis. Es el acuerdo o convenio que existe entre el empresario y los acreedores que son quienes facilitan un plazo de tiempo mayor para poder llevar a cabo el cobro de esos pagos que el empresario no puede hacer en un momento de crisis o de insolvencia.
Existen diferentes variables o tipos de concursos de acreedores:
Los concursos de acreedores cuentan con unas fases desde su inicio hasta que se liquida esta situación excepcional.
En primer lugar se produce la fase que se denomina común, del concurso de acreedores. En esta fase se solicita el concurso y este debe de otorgarse de manera judicial, mediante una resolución judicial que declare el mismo. Cuando esto se produce, se determina y fija la base activa de la empresa para saber a qué monto, o cantidad, hay que hacer frente y por otra parte, se cuantifica la deuda que tiene la empresa para saber a qué situación nos enfrentamos.
Una vez se ha analizado todo esto pasamos a la segunda fase, llamada fase de convenio. En este momento se reciben las propuestas del convenido deudor. No es momento de pensar en hacer desaparecer la empresa, sino de pensar en todas las alternativas posibles para que esta siga en pie, con todas las soluciones posibles. Por tanto, deudores y acreedores deben de llegar a un acuerdo común.
Si no se presentan propuestas de convenio entre las partes, se puede solicitar, por parte de los deudores, que la situación de concurso de acreedores comience en la fase de liquidación de la deuda. Y para finalizar, se llega a una fase de calificación para saber cómo ha sido este tipo de concurso, si se considera culpable o fortuito.
Con la mejores herramientas y profesionales que nos puedan asesorar en la materia, por supuesto que se puede salir de un concurso de acreedores. Lo principal es saber negociar y para ello contar con los mejores expertos en consultoría financiera será garantía de éxito. Ellos te ayudarán a reestructurar la empresa y buscar las mejores alternativas para que esa situación de insolvencia se resuelva y el negocio vuelva a ser fructífero.
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