Tal y como se extrae el informe llevado a cabo por Setesca, ciberseguridad, adopción tecnológica, talento, IA e innovación definirán el liderazgo empresarial en un mercado cada vez más exigente
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En un entorno marcado por una recuperación económica moderada y una fuerte presión innovadora, el nuevo informe de la consultora tecnológica Setesca 'El valor del Departamento IT en tiempos de transformación estratégica', identifica cinco desafíos críticos que determinarán la capacidad de las empresas para crecer y diferenciarse en 2025.
"La competitividad ya no se juega en costes o tamaño, sino en la capacidad de adaptación tecnológica y cultural de las organizaciones", afirma Jordi Damià, CEO de Setesca.
Las métricas de negocio evidencian el impacto positivo de la IT en las empresas: el crecimiento de ingresos, eficiencia operativa, rentabilidad y satisfacción del cliente. La automatización, la toma de decisiones basada en datos y la mejora en la experiencia del usuario destacan como beneficios clave del uso de la IT.
La seguridad digital se ha convertido en un tema de supervivencia. Solo entre 2022 y 2023, los incidentes de ciberseguridad en España crecieron un 24%, superando los 83.000 ataques (INCIBE). Además, el auge del ransomware-as-a-service y la irrupción de la inteligencia artificial en la generación de ciberataques ha multiplicado el riesgo para todo tipo de compañías.
Tal y como se destaca en el informe, el 82% de las empresas industriales españolas ya ha renovado su ERP en la última década (Forterro), pero la adopción de tecnologías emergentes como 5G, cloud o automatización sigue siendo desigual. Desde Setesca se advierte que la tecnología ya no es una ventaja: es una barrera de entrada para competir. "La falta de inversión tecnológica está reduciendo la ventaja competitiva de más del 50% de las compañías", destaca el informe, citando un estudio de Cisco.
Según estudios publicados, el 52,9% de los directores de RRHH en España tiene dificultades para contratar talento tecnológico. A esto se suma el encarecimiento de los departamentos IT, lo que exige nuevas estrategias de atracción, retención y eficiencia. La solución, apunta Setesca, pasa por integrar la formación tecnológica desde la base organizativa, en colaboración con centros educativos y programas de formación dual.
La IA está reconfigurando procesos, decisiones y modelos de negocio. Según un estudio de CISCO, el 97% de los CEO planea integrar IA, pero solo un 1.7% se siente preparado, lo que evidencia una brecha de conocimiento directivo. Esto puede limitar el retorno de la inversión tecnológica.
Setesca subraya que, en un entorno empresarial marcado por la disrupción constante, la innovación ha dejado de ser una ventaja opcional para convertirse en un factor estructural de competitividad. La digitalización no puede limitarse a optimizar procesos: debe formar parte integral de la propuesta de valor, del modelo de negocio y de la cultura organizativa. Integrar tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la automatización o el análisis avanzado de datos permite no solo ganar eficiencia, sino también ofrecer experiencias personalizadas y adaptarse con agilidad a los cambios del mercado.
El informe también pone el foco en el papel estratégico del CIO. Actualmente, solo el 30% de los CIOs forma parte del comité de dirección y apenas un 5% ha evolucionado hacia roles como Chief Digital Officer (CDO) (datos de LiceoTIC). Setesca plantea que, sin una integración real de la visión IT en la estrategia empresarial, los proyectos digitales están condenados a ser parciales, lentos o ineficientes.
En definitiva, para que las empresas españolas puedan consolidar su crecimiento y competir en un entorno global, es crucial que la IT deje de ser vista como un área meramente operativa y pase a ocupar un rol central en la toma de decisiones empresariales.
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