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La estación veraniega a punto de arrancar, con su consiguiente aumento de temperaturas y horas de luz, las ansiadas vacaciones a la vuelta de la esquina o la esperada extra que reciben muchos empleados son algunos de los ingredientes que hacen que el 20 de junio sea considerado el día más feliz del año. Un periodo dorado para el comercio electrónico. Y es que 'compras' y 'felicidad' están estrechamente relacionadas, según los expertos.
De hecho, según un análisis realizado por Webloyalty, compañía líder en generación de ingresos adicionales para eCommerce, que ofrece soluciones de fidelización con las que incentivar la repetición de compra, el comercio electrónico crece un 23% en los meses de verano en comparación con la primera parte del año, donde el consumo es más sostenido. Un patrón de comportamiento reflejado en años anteriores y asociado directamente con la época estival.
"Este año se espera que el turismo, fuertemente azotado por la pandemia, recupere actividad de reservas en el mes de junio gracias al ritmo de vacunación y la bajada de la incidencia acumulada por contagios de coronavirus en España", comenta Paula Rodríguez, Business Development Director de Webloyalty. "Además, otros sectores que aumentan su actividad durante el mes de junio son moda y ocio, y la explicación psicológica radica en la necesidad de verse mejor físicamente, renovar el armario en época vacacional y organizar planes coincidiendo con el verano".
En contraposición al Blue Monday, que se celebra el tercer lunes del mes de enero, en la víspera del inicio de la estación estival tiene lugar el Yellow Day, jornada en la que se dispara la hormona de la felicidad. "Entre los aspectos indispensables para alcanzar la felicidad, sobra decir que, este año marcado por la pandemia, la salud física y emocional son una prioridad para los españoles. Esta situación ha obligado a detenernos y reflexionar sobre los esquemas vitales priorizando más que nunca el tiempo y las actividades con los seres queridos", apunta la experta en eCommerce.
Sin embargo, también existen numerosos estudios científicos que indican que comprar es una forma eficaz de sentirse mejor. Algunos informes que señalan que hasta el 60% de los consumidores compra también para ser feliz. Otras investigaciones establecieron que, hasta un 20% de los participantes que habían demostrado estar tristes antes del estudio, se sintieron notablemente mejor tras ir de compras.
La clave no es adquirir cualquier producto o servicio sino aquellos que reflejen la personalidad del comprador. "La psicología del retail therapy es asombrosa. Cuando los usuarios compran productos o servicios relacionados con su estilo de vida o personalidad incrementan los niveles de satisfacción y felicidad. Esto es esencial para los retailers ya que los consumidores no esperan comprar únicamente un producto o servicio sino sentirse realmente felices y vivir una experiencia 360. La conexión con los usuarios debe partir desde la búsqueda del bienestar y las experiencias", concluye Paula Rodríguez.
No obstante, en este punto es importante mencionar la adicción a las compras. Pese a que los niveles de felicidad aumentan con el consumo, es importante hacerlo de manera controlada, consciente y socialmente responsable. La incapacidad de controlar los gastos es un problema psicológico que puede acarrear situaciones personales más complicadas.
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