Las solicitudes de concurso de acreedores podrían dispararse a partir de marzo o abril, y las que piden acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad aumentaron un 70% el pasado año
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La crisis económica provocada por la pandemia de la COVID-19 ha disparado el número de empresas y particulares que no pueden hacer frente a las deudas y que solicitan su exoneración. En la firma Adiós a Mis Deudas Abogados, ha crecido un 327% en el último año. Para liberarse de ellas buscan acogerse principalmente a dos figuras legales en alza: el concurso de acreedores y la Ley de Segunda Oportunidad.
Una figura al alza es la de la Ley de Segunda Oportunidad. Según la firma de abogados especializada en esta materia, los casos podrían haber aumentado en 2020 hasta un 70% en el conjunto de España. "Esta solución está siendo una de las más buscadas por particulares que buscan el perdón judicial de sus deudas para poder empezar de cero sin esta enorme carga", explican desde la firma de abogados.
Respecto al concurso de acreedores, la solución que más buscan las empresas para hacer frente a los impagos, los expertos de Adiós a Mis Deudas Abogados advierten que se verá un importante aumento en las solicitudes a partir de marzo o abril de este año. "Aún no hemos notado un incremento significativo de los casos, ya que se han ido concediendo moratorias sobre la devolución de los préstamos a las empresas, pero a partir del segundo trimestre podríamos asistir a un crecimiento considerable de solicitudes como consecuencia de las restricciones y cierres aplicados en diferentes sectores económicos desde el pasado mes de diciembre, y que parece que se podrían prolongar hasta marzo. De hecho, esta situación ya la tienen prevista en los juzgados mercantiles".
El concurso de acreedores se puede ejecutar cuando una persona física o jurídica entra en una situación de insolvencia, "y por eso es una solución efectiva para muchas empresas, especialmente en momentos de crisis económica como el actual".
Los sectores empresariales más perjudicados por la pandemia han sido los que más restricciones en su actividad han sufrido, y entre ellos destacan los bares, restaurantes y hoteles. Otros sectores afectados son los centros de estética y los gimnasios, así como el pequeño comercio que ha visto reducido su aforo y, en consecuencia, sus ventas, así como los centros comerciales, que están cerrados desde hace semanas en diferentes regiones españolas.
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