El confinamiento es un buen momento para reorganizar y ordenar archivos
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Hay muchas formas de archivar la documentación. Las carpetas archivadoras de oficina son un elemento fundamental, ya que en ellas se puede guardar documentación, informes, estudios, apuntes, etc. Además, son típicos de encontrar en bibliotecas, despachos, oficinas, universidades y empresas. Hay una gran variedad de carpetas archivadoras y hoy comparamos dos de las más usadas.
Este tipo de archivador es perfecto para usar en una oficina o biblioteca, sitios con grandes cantidades de documentos. El cajón de archivos acomoda carpetas colgantes, en las cuales se guardan los documentos y se encuentran sin ningún tipo de problema. En las carpetas se puede escribir el nombre del archivo guardado o también se puede pegar una etiqueta con el nombre de éste. El sistema de carpetas colgantes al compartir el mismo cajón de archivo permite organizar mayor número de documentos y ocupar un menor espacio que el sistema de archivadores.
Lo más recomendable es ordenar los documentos por orden alfabético, de la A a la Z. De esta manera es más fácil encontrar los documentos en el archivador. Además, a la hora de añadir más documentos es más fácil ubicarlos en el lugar correcto. Tener un sistema alfabético permite localizar fácilmente cualquier archivo y es una forma directa de mantenerse organizado dentro de un espacio de oficina compartido. También se pueden ordenar los documentos por categoría, por meses, etc.
Esta opción es increíble si se tiene una pequeña cantidad de elementos para archivar o si se desean mantener los elementos similares en un lugar fácil de ver. El trabajo escolar es el tipo de documento más común utilizado para archivar en carpetas.
Al administrar una oficina, los archivadores de carpetas son una solución perfecta, permiten clasificar toda la información de la empresa como menús para almuerzos en la oficina, manuales y protocolos, registros de horarios de los trabajadores y mucho más. Es una excelente manera de mantener juntos un montón de papeles de una misma categoría.
Hay distintos tipos de archivadores de carpetas. Los más conocidos son los archivadores con anillas y las Carpeta de fásteners.
La principal diferencia entre estos dos archivadores es que en los archivadores con anillas caben más hojas en comparación a las carpetas archivadoras con funda pero ocupan mucho más espacio.
A la hora de decidir qué tipo de soporte comprar para guardar los documentos hay que tener en cuenta la capacidad, ya que es vital saber la cantidad de documentos que se desea guardar. También es muy importante las dimensiones de donde se vayan a guardar los archivadores, ya que según dónde se deseen ubicar, puede que no se tenga suficiente espacio.
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