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De Steve Jobs se puede decir que fue uno de los pioneros de la revolución digital, creador de los smartphones y fundador del gigante Apple. Si llegó a formar tal imperio se debe a su ingenio, su afán de innovación y capacidad de liderazgo. Pero, ¿hay algo más importante que todo eso? Sin duda: su capacidad de organización  y productividad.

Las enseñanzas de éxito de Steve Jobs han servido a miles de personas en todo el mundo para mejorar su rendimiento. En este artículo te contamos algunos tips que aplicaba el coloso de la informática para organizar sus jornadas. Puedes inspirarte en ellos para obtener mejores resultados en tu día a día

1. Haz aquello que te apasiona. Decía Simon Sinek que “trabajar duro por algo que no te gusta se llama estrés. Trabajar duro en algo que amas se llama pasión”. Una de estas era las consiga de Jobs. Dedicar tu tiempo a un proyecto que realmente te apasiona te dará fuerza e ilusión.
2. Lo simple es la clave del éxito. Pensar en la marca Apple es sinónimo de utilidad y simplicidad. Lo “simple” es algo que se tiene muy presente en la compañía. Se evita añadir complementos innecesarios hasta quedarse con lo esencial. 
3. Investiga, observa y aprende. Ten en cuenta a tu competencia. Observa sus planes y aprende de ellos. Piensa que si cuentan con un target del que tú careces se debe algo.
4. Aprende a decir no. Fueron mucho los “noes” que escucharon los empleados de Steve Jobs cuando aportaban ideas. Siempre se cercioraba de rehusar aquello que no estuvieran a la altura o que consideraba que no cumplía con los estándares de calidad y simplicidad que buscaba. Ten cuidado si aplicas esto a tu día a día. Decir “no” siempre, puede resultar ofensivo. Por eso, plantea alternativas y asegúrate que lo que rechazas no es una buena idea.
5. Delega tareas. De forma inevitable vamos a tener que encomendar algunos trabajos a otras personas para que tú puedas centrarte en lo realmente importante. Puedes establecer equipos que tengan claras cuáles son sus funciones. De esta forma distribuyes el peso de las responsabilidades.
6. Céntrate en lo que importa. Siguiendo la regla anterior: no te vayas por las ramas. Menos es más, por eso hay que tener claro las tareas prioritarias para lograr un máximo rendimiento.
7. Sé diferente del resto de competidores. Quizá te suene el eslogan de think different. Fue el que usó Apple durante mucho tiempo. Este es un aspecto fundamental: pensar diferente nos permite distinguirnos del resto. Salirnos del “patrón” nos hace ser diferentes a la hora de sacar nuevos productos al mercado y de gestionar la empresa.

El Club del Emprendimiento

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