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Endesa eleva un 38% su beneficio ordinario neto gracias a su capacidad de resilencia frente al COVID-19

El resultado ordinario neto alcanza los 1.700 millones en los nueve primeros meses del año. Endesa mantiene sus objetivos financieros y de dividendo para el conjunto del ejercicio

POR AltoDirectivo.com, 05-11-2020 12:00:00
Endesa eleva un 38% su beneficio ordinario neto gracias a su capacidad de resilencia frente al COVID-19

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Endesa está logrando capear los efectos de la pandemia del coronavirus, así como de la creciente competencia en el negocio liberalizado (que incluye generación peninsular, comercialización, servicios, ajustes y costes de estructura), en los nueve primeros meses de este año. La compañía sigue comprometida con el cumplimiento de los objetivos financieros fijados para 2020, al tiempo que avanza en el proceso de descarbonización y de crecimiento del parque de energías renovables tanto en España como en Portugal.

La empresa ha obtenido un beneficio ordinario neto de 1.700 millones de euros entre enero y septiembre, un 38,4% más que en el mismo periodo del año anterior. Esta cifra se ve afectada por el efecto neto de la reversión de la provisión por determinados beneficios sociales por aplicación del nuevo convenio colectivo marco (que aporta 515 millones al resultado bruto de explotación -ebitda- y 386 millones al resultado neto). Y, por otra parte, el impacto de la provisión por salidas de personal contabilizada en el primer trimestre (que detrae 159 millones del ebitda y 119 millones del beneficio neto). Es decir, que ambas partidas aportan en total 356 millones al ebitda y 267 millones al resultado neto.

Este buen desempeño se sustenta, por un lado, en el incremento del ebitda del 8,2% hasta alcanzar los 3.136 millones. La estimación del impacto del covid en esta magnitud asciende a 81 millones hasta septiembre, sólo un millón de euros más respecto al cierre del primer semestre del año. Y, por otro, en la disminución de las dotaciones por amortizaciones y pérdidas por deterioro respecto del mismo periodo del año 2019 en un 57%, hasta 1.104 millones. El pasado año, Endesa acordó la discontinuidad de su negocio de carbón en la Península, y registró un deterioro de carácter extraordinario.

Resiliencia del modelo de negocio

La evolución de los márgenes de los negocios permite visualizar la resistencia y capacidad de adaptación de Endesa a un escenario de reducción de la demanda de energía (electricidad y gas) y de caída de los precios tanto en el mercado mayorista (pool) como en los mercados de materias primas. 

En palabras de José Bogas, consejero delegado de Endesa, “El modelo de Endesa nos ha permitido acabar el tercer trimestre del año con unos resultados sólidos, a pesar de la complejidad del entorno. Durante estos meses, además de gestionar la compañía con rigor, compromiso y desplegando un intenso plan de descarbonización, instalación de capacidad renovable y electrificación de la demanda, nuestra prioridad ha sido atender las necesidades de miles de nuestros clientes y aminorar el efecto de la pandemia en las comunidades en las que tenemos presencia” 

La demanda de electricidad decreció un 6,1% en la Península, un 21,3% en Baleares y un 10,1% en Canarias entre enero y septiembre. Al mismo tiempo, el precio medio del pool cayó un 36,1%. En gas, donde Endesa es el segundo operador en España con una cuota del 15,6% en ventas en el mercado liberalizado, la demanda baja un 7,1% en términos interanuales.

En este escenario, Endesa mantiene el crecimiento de los resultados del negocio liberalizado. El margen bruto se incrementa un 9%, hasta 2.225 millones, y el ebitda lo hace un 20%, situándose en 1.390 millones (excluyendo el impacto neto de las provisiones). Los costes fijos en esta área de actividad disminuyen en 48 millones, hasta quedarse en 835 millones (igualmente excluyendo el impacto neto de las provisiones). 

Al mismo tiempo, en los negocios regulados Endesa se ha visto afectada por la entrada en vigor de los nuevos parámetros retributivos para el periodo 2020-2025, principal causa de la disminución en un 7% de su margen bruto. La reducción de costes fijos en 40 millones (excluido el impacto de las provisiones) en relación a enero-septiembre de 2019 es la magnitud que mitiga en parte la caída del ebitda (-8%, a 1.603 millones, sin contar el impacto neto de las provisiones) y del margen bruto (-7%, hasta 2.172 millones).

 

La capacidad de adaptación al entorno pandémico y competitivo tiene otra muestra más en la evolución del número de clientes, cuya base se mantiene prácticamente estable respecto al cierre de 2019. Endesa suma 10,5 millones en electricidad, de los que 5,7 millones proceden del mercado libre (5,8 millones a cierre de 2019) y 4,8 millones están acogidos al mercado regulado (en línea con el cierre del año anterior). En gas, los clientes crecen un 1,2% desde el final de 2019, hasta totalizar 1,67 millones, incrementándose la base comercial tanto en el segmento regulado (+0,9%) como en el liberalizado (+1,2%).

 

Progresos en renovables

 

La empresa continúa además dando pasos decididos en su proceso de descarbonización. En este sentido, ha incrementado en 800MW (un 13% más) su parque generador solar y eólico respecto a septiembre del año pasado, hasta 7.478MW operativos. Esta última cifra es aproximadamente un 44% de su parque de generación peninsular.

 

Las tecnologías renovables, incluyendo la hidráulica, aportaron casi 10TWh de generación que, sumados a los 19,5 TWh procedentes de la nuclear, elevan al 85% la proporción de generación peninsular libre de emisiones de CO2 en los tres primeros trimestres del año. Esto supone lograr en 2020 el objetivo que se ha marcado Endesa, en su plan estratégico, para 2022 en términos anuales.

 

Endesa tiene una cartera total de proyectos renovables en distintas fases de desarrollo de 25.700MW. De ellos, 6.900MW (un 65% solares y el resto, eólicos) tienen concedido punto de acceso y conexión a la red de evacuación. Es destacable que la compañía se ha adjudicado en el tercer trimestre del año, en la subasta realizada en Portugal, un proyecto fotovoltaico de 99MW con un sistema de almacenamiento de 20MW adicionales, que entrará en funcionamiento en 2024 y requerirá de una inversión de 90 millones.

 

Esta aceleración de los planes de descarbonización del mix de generación eléctrica se visualiza también, primero, con las adjudicaciones durante los meses de septiembre y octubre de los contratos para los desmantelamientos de las centrales de Andorra (Teruel) y Compostilla (León). Y, segundo, con la reducción en 2020, tras cesar en su producción ambas instalaciones, de la producción térmica peninsular respecto a enero-septiembre del año pasado: 5,1 TWh, menos de la mitad que los 10,5 TWh de 2019.

 

En concreto, la cifra de generación térmica procedente de centrales de carbón es ligeramente inferior a un TWh en estos primeros nueves meses del año: 975GW/h, un 80% menos respecto al periodo enero-septiembre de 2019.

Deuda sostenible y compromiso con el dividendo 

Con respecto al endeudamiento de la compañía, este se sitúa en términos brutos en 7.684 millones de euros, desde los 6.607 millones de cierre de 2019. El 47% de la deuda financiera bruta de Endesa está ligada a criterios de sostenibilidad. 

Por su parte, la deuda financiera neta asciende a 7.407 millones de euros, con un nivel de apalancamiento (deuda neta sobre ebitda) de 1,8 veces, prácticamente invariable respecto al final del pasado año (1,7 veces). Además, el coste medio de la deuda se ha logrado reducir aún más, hasta el 1,7%, un mínimo histórico hasta la fecha para Endesa y que reduce aún más el nivel en que cerró 2019 (1,8%).

En línea con el mantenimiento de su compromiso respecto de sus principales objetivos financieros, Endesa reitera su previsión de reparto del 100% del beneficio ordinario neto anual de 2020 a sus accionistas.

Paliar el impacto socioeconómico de la pandemia

En el marco del Plan de Responsabilidad Pública y compras de aprovisionamientos relacionados con la crisis sanitaria del covid-19, Endesa acumula un gasto de 17 millones de euros en el periodo enero-septiembre de 2020. Este plan, lanzado por la compañía en marzo pasado, está dotado con 25 millones de euros para el conjunto del actual ejercicio.

Tras la ejecución de la primera parte del mismo, que absorbió 12 millones de euros y ha estado centrada en paliar los efectos sanitarios, Endesa ha emprendido ya la segunda fase. Está focalizada en contrarrestar el impacto de la pandemia en el ámbito educativo y laboral, y cuenta con recursos por 13 millones de euros. El objetivo de esta segunda fase es ayudar a familias y fomentar la reactivación económica. 

Pasos concretos de esta segunda fase son, por ejemplo, el reparto de 5.000 ordenadores y tarjetas de conexión a internet, así como formación en habilidades tecnológicas, entre alumnos y profesores de 500 colegios públicos de Ceuta, Melilla, Andalucía, Canarias, Baleares, Cataluña, Castilla y León, Aragón, Galicia y Extremadura. Se prevé que 5.000 alumnos y 500 profesores se beneficien directamente de esta acción. O, también, el acuerdo con la Fundación Altius para mejorar las condiciones de empleabilidad de 12.150 personas en situación de vulnerabilidad.

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