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Hace un año, el mismo estudio desvelaba que sólo un 40,7 % creía que las condiciones iban a mejorar este año. El año ha supuesto un punto de inflexión para el capital riesgo, y en parte el nuevo ciclo, con mayor actividad, obedece a la mejor posición de la que disfrutan las entidades financieras, que pueden aportar mayor liquidez al sistema.

Más de la mitad de los directivos encuestados cree que el mayor desafío al que se enfrenta el sector es identificar correctamente las mejores oportunidades de inversión.

En conjunto, el próximo año se prevé un aumento de la actividad inversores tanto en número de operaciones -un 88,7 %- como en volumen -85,5 %-.

La empresa familiar será la que en mayor se beneficie de este nuevo contexto, ya que el 62,5 % de los encuestados asegura que ese tipo de sociedades serán sus principales objetivos de inversión.

Fernando García Ferrer, socio responsable de Private Equity de KPMG en España, destaca la mejora de la situación macroeconómica y la puesta en marcha en 2013 de Fond-ICO Global entre los factores que favorecerán un aumento de la actividad.

Pero también el creciente interés de los inversores extranjeros por España y la entrada en vigor de la nueva ley de capital riesgo.

Por lo que respecta a la captación de nuevos recursos, las perspectivas no son tan optimistas, ya que sólo el 24,2 % de los encuestados cree que mejorará en 2015, casi la mitad de los que opinaban lo mismo hace un año.

Con más dinamismo se presentan las desinversiones, ya que el 90 % de los encuestados cree que estas operaciones crecerán en 2015, fundamentalmente las ventas a inversores industriales (54,8 %) y a otras entidades de capital riesgo (38,7 %).

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