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Para la gran mayoría de los mortales, nuestra cuenta bancaria es pocas veces sinónimo de felicidad y fuente de buenas noticias. Y precisamente por ello, cuando un brote verde se cuela entre nuestros haberes, nos llenamos de motivos para no querer ni pellizcarnos y evitar así comprobar que a lo mejor, en realidad, solo estábamos soñando. Sí, por mucho que nos pongamos excusas, darse cuenta de que un ingreso ha llegado hasta nuestra cuenta fruto de una equivocación es mucho más fácil de lo que parece. En este sentido, basta con admitir que es altamente improbable que recibamos un pago con el que no contábamos. Lo contrario, esto es, no recibir un ingreso que esperábamos, es lo habitual. Así que si un día te levantas por la mañana y al consultar tu cuenta compruebas que está relativamente abultada, empieza a sospechar.

No faltará en estos casos quien trate de convencerte de que lo que deberías hacer es sacar ese dinero cuanto antes del banco y gastártelo. Pues bien, como ya habrás sospechado, te lo desaconsejamos encarecidamente. ¿Y por qué? Es bien simple. En primer lugar, a través de tal acción estarías incurriendo en un delito, tal y como dictamina la Ley bajo la denominación “apropiación indebida”, en concreto en el artículo 254 del Código Penal.

En segundo lugar, y siguiendo la lógica que hemos expuesto más arriba en este artículo, que tú recibas este aguinaldo por error implica también que hay alguien en otra parte del país que lo está esperando y no acaba de recibirlo. Antes o después (y créenos, más antes que después), se dirigirá a su banco a comentar su situación, y su banco simplemente seguirá la huella de la transacción y te solicitará la devolución del dinero. Por tanto, devolver la transferencia no es una opción, sino una obligación. 

Y si te estás preguntando cómo proceder con tal acción, la buena noticia es que para cualquier tipo de transferencia electrónica se trata de una tarea fácil. Es más, también si tú te equivocas al realizarla a un tercero, el entuerto es revocable. Solo tienes que ponerte en contacto con tu entidad bancaria. Si te has dado cuenta enseguida, existe incluso la posibilidad de anular la operación durante ese mismo día. Si ha pasado algo más de tiempo, la entidad tendrá que solicitar una autorización al titular, éste tendrá que dar su beneplácito y no habrá mayor problema. En caso de que no sea así, se podrá acudir por la vía judicial.

Posibles causas del ingreso erróneo 

En cualquier caso, has de saber que este tipo de incidencia sucede más a menudo de lo que pudiera parecer. El error más frecuente es que tu antigua empresa te ingrese la nómina por descuido, porque estaba domiciliada, no se han dado cuenta y han efectuado los pagos como cualquier otro mes. También es posible que algún despistado haya indicado tu número de cuenta equivocadamente (por lo que recomendamos incluir siempre el DNI del destinatario en la información de la transferencia) o que algún negocio se haya equivocado a la hora de pagar a un proveedor.

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