El perfil: español medio que más ha recurrido a financiación durante la crisis sanitaria tiene entre 45 y 54 años, y su empleo se ha visto afectado directamente por la COVID-19
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La incertidumbre económica motivada por la COVID-19 está impactando de forma directa al bienestar financiero de las familias españolas. El nuevo Informe Europeo de Pagos de Consumidores elaborado por Intrum, que analiza el impacto de la COVID-19 en los consumidores de 24 países europeos, ha confirmado esta situación. En concreto, el 24% de los españoles ha pedido dinero prestado o ha alcanzado el límite de su tarjeta de crédito para pagar las facturas durante el confinamiento-sin tener en cuenta la hipoteca-.
Según este informe, el español medio que más ha tenido que recurrir al endeudamiento durante este periodo tiene entre 45 y 54 años y su empleo se ha visto afectado directamente por la COVID-19.
Esta necesidad de financiación se produce como resultado de la inestabilidad laboral, que se ha traducido en una bajada considerable de ingresos en los hogares españoles. Y es que el 64% de los encuestados reconoce que sus ingresos se han visto mermados durante la crisis sanitaria. Una situación que hace aflorar el endeudamiento como la única salida para muchos hogares para afrontar los gastos corrientes.
En marzo, momento en que se declaró la pandemia, la deuda de las familias ya mostraba un ligero repunte de 65.000 millones según el Banco de España. Ahora, el 15% de los encuestados por Intrum asegura haberse endeudado para cubrir sus gastos diarios.
Esta cifra, aumenta hasta el 21% cuando se analiza el segmento de población mayor de 65 años, y al 23% en el caso de aquellos con su empleo afectado por la crisis del coronavirus.
Ante este escenario, se puede afirmar que la crisis de la COVID-19 ha tenido un impacto negativo en el bienestar financiero de la población española. Más de la mitad de los encuestados así lo señala. De hecho, si esta pregunta se realiza en comparación con el bienestar financiero de hace seis meses, el 59% de la población, no tiene dudas: se ha reducido.
El estrés financiero es ahora mayor del que apuntaba en noviembre el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, cuando el 25% de los españoles reconocía no tener suficiente dinero para llegar a fin de mes tras pagar las facturas.
Actualmente, ese porcentaje se incrementa hasta el 31% y 2 de cada 5 encuestados confirman que sus facturas aumentan a un ritmo mayor que sus ingresos, lo que hace que el 15% tenga que retrasar los recibos para pagar artículos cotidianos.
Además, el nuevo informe revela que los hogares españoles con niños superan la media europea a la hora de pedir dinero prestado para pagar las facturas, sin tener en cuenta lo ya solicitado en la tarjeta de crédito.
En cuanto a las perspectivas de futuro, tan solo el 23% de los encuestados espera que su bienestar financiero mejore en los próximos meses, una cifra en línea con la media europea.
Intrum ha analizado también cuál ha sido el impacto de la pandemia en el mercado laboral, principal fuente de ingreso de la población española. De él se desprende que la mitad de los españoles (47%) ha visto afectado su empleo, diez puntos porcentuales por encima del promedio europeo. Así, el gran impacto que ha tenido la pandemia en España sitúa a nuestro país entre los 5 países europeos donde más ha impactado la pandemia en el mercado laboral.
Si realizamos una radiografía en profundidad, se desprende que, de este 47%, un 16% de los españoles ha aceptado de manera voluntaria una reducción de sueldo a cambio de mantener su puesto de trabajo.
Del mismo modo, el 21% de los encuestados no ha corrido la misma suerte y se encuentra en desempleo temporalmente. De ellos, el 13% recibe alguna ayuda del Estado, mientras que el 8% restante no percibe ningún tipo de subsidio.
En la comparativa europea, los cinco países más afectados a nivel laboral por la COVID según los encuestados son Grecia, Irlanda –en ambos el 53% ha visto afectado su empleo- España, Reino Unido y Polonia -el 47%-.
Estonia (44%), Lituania (41%), Rumanía (41%), Hungría (40%) y Eslovenia (38%), completan las diez primeras posiciones de la tabla.
En el lado opuesto de la tabla se encuentran Dinamarca (22%) y Suecia y Austria (26%) donde sus ciudadanos se han visto menos perjudicados por la crisis del coronavirus en el ámbito laboral.
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