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La situación que plantea la transición hacia el ‘next normal’ dibuja un escenario delicado para el director financiero. En un marco relativamente incierto, el contexto post COVID-19 y la gestión financiera deben aprender a convivir. Y deben hacerlo de manera que la dirección financiera plantee cambios. Es decir, nuevas dinámicas y herramientas de trabajo que permitan adaptarse y sacar partido al nuevo contexto, para no perder competitividad en los mercados. Los especialistas de Talentia Software plantean cuatro recomendaciones que pueden ser la base de nuevos paradigmas de funcionamiento empresarial:
1. Dirección financiera centrada en el control de la tesorería
El ‘next normal’ requerirá un control estricto de los recursos, así como de la mejor forma de optimizarlos. A través de una gestión contable y financiera inteligente, el Chief Financial Officer (CFO) debe mantener a la vista en todo momento la documentación que soportan a las operaciones financieras clave. Esto permitirá una monitorización estrecha, un mejor y más cómodo proceso de revisión y la asignación de tareas de manera coordinada según los perfiles de los distintos departamentos.
2. Transparencia e información en tiempo real
A la hora de interactuar con fuentes de financiación externas, inversores y capitales ajenos a la organización será primordial mantener una política de total transparencia. Los datos deben ser sólidos, fiables, estar actualizados y permitir una mejor comprensión de la situación global, tanto a los inversores como al propio director financiero. El ‘next normal’, probablemente será sinónimo de cambios rápidos, posiciones flexibles y todo ello requerirá una mayor celeridad de reacción. Algo que será más difícil, si no disponemos de información consolidada en tiempo real y, una solución de business intelligence nos lo puede proporcionar.
3. Gestión financiera post COVID-19: digitalización
Cambios de comportamiento en los flujos de trabajo, funcionamiento en remoto y un enorme protagonismo de la digitalización de todos los procesos. Todo esto no responde únicamente a una situación coyuntural. La automatización y las tecnologías han demostrado su potencial y formarán parte de la nueva realidad con total seguridad.
En ese sentido la dirección financiera debe abrazar este definitivo cambio de paradigma. Si los procesos no se han digitalizado, si no se dispone de tecnología convenientemente implementada para la gestión financiera – y para los demás procesos estratégicos clave de funcionamiento – es probable que se pierda competitividad a medio plazo. Disponer de una tecnología modular, adaptable, de fácil utilización y con una curva de aprendizaje corta podrá ubicar en mejor posición a la empresa en unos mercados que, en el ‘next normal’, o serán digitales, o no serán.
4. Optimización de la gestión del riesgo en la gestión financiera
Una de las funciones del CFO que siempre ha estado presente, pero que ahora cobra más importancia que nunca es la gestión del riesgo. En un escenario relativamente incierto es primordial adoptar las decisiones estratégicas correctas, minimizando en lo posible las situaciones frágiles, los riesgos y eligiendo muy bien las tácticas a corto y medio plazo. Tanto para el funcionamiento diario como para la identificación de tendencias, oportunidades y nuevos mercados.
Para ello resulta esencial disponer de la información estratégica apropiada. Contar con una única fuente de información, accesible, y supervisada por el director financiero permite basar todas las decisiones estratégicas en la situación de la organización, obtenida con una visión completa y veraz de cuál es el estatus global de la empresa en tiempo real. Más control de los recursos, una posición sólida en los flujos de trabajo que atañen a tesorería, un reporting ágil y una consolidación fácil de las cifras. Un entorno digital que permita la adopción de decisiones y correcciones rápidas, sostenidas por información transparente, accesible y siempre disponible. El ‘next normal’ es el terreno propicio para la gestión financiera inteligente y ahora es el momento de apostar por ella. La implementación de un software de gestión financiera, en modo SaaS, se convierte en la mejor ayuda a las empresas. Dar el salto a la digitalización financiera es fácil y rápido, con sistemas de gestión de las finanzas operativos en tiempo récord.
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