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La falta de motivación de los titulados y la escasa adaptación de la oferta formativa a las necesidades reales de las empresas son las principales carencias que observan los empresarios en la Formación Profesional Reglada, según se desprende de una encuesta realizada por las Cámaras de Comercio.
En concreto, el 34% de las empresas apuntan a la falta de motivación como principal problema en la Formación Profesional Reglada, mientras que el 28% indica que existen problemas de adaptación de los programas formativos a las necesidades empresariales y un 24% detecta carencias formativas básicas en los trabajadores titulados con FP.
A estos problemas se añaden la dificultad para encontrar profesionales cualificados con titulaciones de FP (20% de las empresas señalan esta carencia). La escasa importancia que las Administraciones dan a este tipo de enseñanza y la falta de prestigio social (17,8%) son otras de las carencias que han detectado las Cámaras en la valoración empresarial de la Formación Profesional Reglada.
En cuanto a la calificación global, las empresas valoran la Formación Profesional Reglada con un 5,6 en una escala de 0 a 10. Por sectores, comercio y hostelería-turismo son los que más valoran este tipo de enseñanza, con un 5,8, mientras que el sector industrial es el que menor valoración otorga, con un 5,1.
Según el tamaño de la empresa que ha contestado al sondeo, las grandes empresas son las que mejor valoran la FP (6,3), mientras que las empresas de entre 10 a 49 empleados la califican con un 5,3.
Las empresas del sector de hostelería-turismo son las que en mayor proporción detectan falta de motivación de los titulados, mientras que el resto de los servicios (consultoría, transporte, etc.) y la industria son los sectores que consideran en un porcentaje más elevado que los programas formativos no se adaptan a los requerimientos de la empresa.
AUMENTAR LAS PRÁCTICAS EN EMPRESAS
En cuanto a las medidas para mejorar la Formación Profesional, más de un 50% de las empresas considera que aumentar las prácticas en empresas mejoraría el desempeño de los futuros trabajadores, mientras que un tercio piensa que elevar el nivel de la formación técnica y dotar al profesorado de una formación continua que lo aproxime a la realidad empresarial podría ser beneficioso para su competitividad.
En cuanto al desarrollo de competencias no técnicas o transversales, casi un 22% de las empresas ve importante impulsar las habilidades empresariales de los alumnos (idiomas, gestión de equipos, negociación), mientras que el 16,2% reforzaría los conocimientos relacionados con la cultura empresarial.
Las empresas de los sectores de comercio e industria son las que en mayor porcentaje consideran beneficioso incrementar las prácticas en empresas de los alumnos durante su periodo de formación (60%), mientras que elevar el nivel de la formación técnica es importante especialmente para las empresas industriales y de otros servicios.
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