La seguridad es una de las prioridades más importantes para muchas empresas, pero la velocidad a la que está evolucionando el entorno de la ciberseguridad y la creciente sofisticación de los ciberataques obliga a contar con un profundo conocimiento de los posibles riesgos para poder hacerles frente
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Para 2025, se estima que la ciberdelincuencia supondrá un coste para las empresas de unos 10.500 millones de dólares, un dato notablemente superior a los 8.000 millones estimados, según Forbes, para el año 2024. A pesar de esta tendencia, muchas empresas no prestan atención a este asunto y no están poniendo en marcha las medidas necesarias para evitar situaciones de alto riesgo, tales como la seguridad en la impresión.
De hecho, según la empresa de investigación Quocirca, los documentos impresos representan casi un tercio (27%) de los problemas de seguridad en IT, debido a que el desarrollo de mecanismos de seguridad para la impresión ocupa un lugar muy bajo en la agenda de prioridades de las empresas, sobre todo en comparación con otros elementos del conglomerado tecnológico, como la nube, los correos electrónicos o las redes públicas.
A pesar de esto, el 61% de las organizaciones asegura haber sufrido pérdidas de datos debido a prácticas de impresión inseguras durante el último año. En un momento en el que los ciberataques están creciendo y en el que serán cada vez más frecuentes, resulta preocupante que las empresas no tengan en consideración la importancia de implementar medidas de seguridad en su entorno de impresión, algo fundamental para disponer de una infraestructura de seguridad realmente sólida que las proteja de los ataques.
Para hacer frente a estos retos de seguridad, que pueden provenir de personas que trabajan en la oficina o a distancia, las empresas necesitan implementar medidas adicionales que garanticen la seguridad de sus redes y la información que se transmite a través de las mismas.
Cuando todos los empleados trabajaban en la oficina a tiempo completo, las organizaciones dependían en gran medida de los sistemas de seguridad tradicionales para proteger sus documentos. Esto incluía la propia seguridad de las oficinas, las contraseñas de seguridad tradicionales, la seguridad de las redes y los cortafuegos. De nuevo, atendiendo al reciente estudio de Quocirca, el 39% de las organizaciones están descubriendo que cada vez resulta más difícil mantenerse al día en cuanto a las exigencias de seguridad en la impresión, pues los lugares de trabajo tradicionales han evolucionado hacia espacios híbridos en muchos casos.
Este cambio en las dinámicas del trabajo exige un enfoque más riguroso de la seguridad en la impresión. Las organizaciones deben adaptarse al hecho de que es posible acceder e imprimir documentos confidenciales desde dispositivos a distancia, que no cuentan con el mismo nivel de protección que las redes más amplias de la empresa. Por lo tanto, los responsables de la seguridad tienen el deber de replantear sus estrategias e implementar medidas para que los documentos estén seguros en todo momento, tanto si son impresos como si se guardan en formato electrónico, independientemente del dispositivo en el que se usen o del lugar en que se encuentren.
Resulta imperativo para las entidades que no cuenten actualmente con medidas sólidas activas proteger sus documentos lo antes posible. Los proveedores externos pueden desempeñar un papel importante en la mejora de las prácticas de seguridad relacionadas con los equipos de impresión a distancia. Mientras que muchas organizaciones invierten ya en servicios de terceros, solamente el 32% se sienten satisfechas con sus ofertas de seguridad. Por tanto, resulta crucial trabajar con proveedores que den prioridad a una seguridad completa, de principio a fin, asegurándose de que se implementa en cada paso del proceso de impresión.
La colaboración con terceros puede contribuir a potenciar las medidas de seguridad de la impresión y a garantizar el establecimiento de una cultura de prácticas seguras. Al hacer esto, las empresas pueden mitigar los ciberataques, garantizando la confidencialidad y la integridad de sus materiales impresos, particularmente cuando se utilizan en equipos manejados a distancia.
Resulta obvio que el traslado seguro y el uso conjunto de documentos es una parte crucial de la seguridad en los lugares de trabajo. La implementación de medidas estrictas de seguridad de los documentos confidenciales resulta esencial para reducir los riesgos potenciales y las vulnerabilidades. Esto incluye la adopción de medidas integrales que cubran todos los dispositivos, software, redes y servicios basados en la nube.
Mediante el reconocimiento de la importancia de la seguridad de los entornos de impresión y el desarrollo de una estrategia proactiva, las empresas pueden adoptar una aproximación integral, de 360 grados, a la seguridad de la impresión y minimizar los riesgos de ciberataque en todo momento.
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