El regreso a la rutina puede ser traumático, desembocando en muchos casos en una bajada de productividad y bienestar laboral
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Tras las vacaciones, la vuelta al trabajo puede ser dura y en algunas ocasiones incluso estresante. Esto puede afectar al trabajador y al ritmo de trabajo de la empresa. Agosto llega a su fin y toca volver a la rutina: madrugones, trayectos en hora punta, horarios establecidos… Este cambio repentino puede ser traumático. Es más, 1 de cada 3 trabajadores sufre o sufrirá estrés postvacacional.
Recuperar el ritmo de trabajo intenso en poco tiempo puede hacer que los empleados se sientan tristes y saturados. Para conseguir que la vuelta al trabajo sea lo más llevadera posible y no afecte demasiado a tus empleados, aplicar medidas que ayuden a la transición es fundamental.
Si tienes un equipo de trabajo a tu cargo, es importante que sepas entender la complejidad de la vuelta a la rutina y que entiendas la complicación de tus trabajadores. Las primeras semanas suelen ser difíciles. Por eso, trata de realizar estímulos positivos para que tus trabajadores cuenten con un periodo de adaptación optimista y más corto.
¿Realmente existe el síndrome postvacacional? Es bastante común volver al trabajo tras las vacaciones con pocas ganas y con quejas. El síndrome postvacacional no es una patología sino más bien una especie de trastorno adaptativo. Entre sus síntomas encontramos una sensación parecida al estrés, falta de concentración, cansancio, nerviosismo, irritabilidad y otros sentimientos negativos provocados por la vuelta a la rutina.
Aunque por lo general se trata de algo transitorio, lo cierto es que se ve reflejado en el rendimiento de la empresa en general, y en el departamento en el que trabaje en particular. Por eso, aplicar la motivación de los empleados tras las vacaciones se convierte en fundamental.
Según los datos extraídos de un estudio de Adecco, 1 de cada 3 trabajadores sufre o sufrirá el síndrome postvacacional al tener que volver a su rutina laboral. Del 66% restante, una gran parte sufrirá los síntomas de fatiga o estrés, vinculados con la mala adaptación al orden y la rutina.
Como jefe de equipo, ayudar a que tus trabajadores no sufran el síndrome postvacacional es fundamental. Por eso, te dejamos una serie de consejos para ayudar que “volver a empezar” no sea tan duro.
Con un correcto comportamiento, es posible prevenir el síndrome postvacacional. Intenta que la transición sea lo más leve posible y verás cómo tus trabajadores se sienten contentos y motivados.
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