Una empresa de cincuenta empleados tendrá que invertir al menos 76 euros al mes por trabajador: 50 euros en EPIs y 26 en otras partidas como productos especiales de limpieza o medidas de distanciamiento hasta un mínimo de 3.800 euros
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Las empresas medianas españolas tendrán que invertir un mínimo de 76 euros al mes por empleado para poder reanudar su actividad en el nuevo escenario empresarial surgido tras la crisis del COVID-19, lo que supone al menos 3.800 euros al mes para una empresa de 50 empleados.
Estos son costes mínimos para adaptarse a esta etapa de ‘desescalada’, pero la inversión será mayor en función de las características de cada empresa o su sector de actividad, según señala Trinidad Cabrera, impulsora de www.auna360.es, plataforma creada por un grupo de pymes españolas para ofrecer de manera diferente y como un solo proveedor todos los productos y servicios necesarios para la vuelta a la actividad de forma rápida y con todas las garantías sanitarias y legales.
La mayor partida presupuestaria es la referida a equipos básicos de protección individual: mascarillas, guantes y gel, que tendrán un coste mínimo por trabajador de unos 50 euros al mes por empleado para cumplir con la normativa sanitaria y legal en esta etapa de ‘desescalada’.
Al menos otros 26 euros al mes tendrán que invertirlos en productos especiales de limpieza; un curso de riesgos laborales; y medidas de distanciamiento, cuyo coste -mamparas, señalética, etc.- se asumirá fundamentalmente al inicio de la actividad y alcanzará los 2.000 euros en el caso de una empresa de 50 empleados.
Trinidad Cabrera ha explicado que Aúna360 nace para dar respuesta a miles de empresas a las que les falta información y se enfrentan al desabastecimiento de productos, a sanciones administrativas por incumplimientos o incluso a problemas legales, toda vez que la reciente normativa considera el contagio de los trabajadores por coronavirus accidente laboral a todos los efectos.
Cabrera incide en que la iniciativa “surge de un grupo de pymes españolas que nos hemos enfrentado a esos mismos problemas y que hemos ido aportándonos experiencia, productos o servicios las unas a las otras, hasta que decidimos que era necesario ofrecer este servicio a otras empresas”.
En su caso personal, su empresa se dedica al sector textil, uno de los más golpeados en este momento. “Como tantas pymes, de la noche a la mañana pasamos de un negocio solvente a la incertidumbre total por el futuro, pero tras unos primeros días de mucha inquietud decidimos que había que reinventarse y contribuir a que otros puedan hacerlo. Por eso decimos que Aúna360 es más que una empresa: es un compromiso con la sociedad y con el futuro del tejido productivo español”, añade.
Para impulsar este objetivo, Aúna360 garantiza que el 100% de sus proveedores son nacionales y fabrican en España, salvo por necesidades de suministro y homologación, según recogen en su política de Responsabilidad Social Corporativa, junto con otros dos firmes compromisos: fomentar la inclusión laboral justa y minimizar el impacto medioambiental.
Ambos se hacen efectivos a través, en el primer caso, de un programa de manipulado e impresión por el que Aúna360 contrata estos servicios con fundaciones y centros ocupacionales; en el segundo, mediante un trabajo activo con sus proveedores y organismos en cuanto a la reducción de contaminantes y la gestión de residuos.
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