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La visibilidad de las pequeñas y medianas empresas pasa por emplear la última tecnología. En concreto, muchas de ellas optan por la inteligencia artificial. Muchos de ellos lo han hecho a través de empresas como BeeDigital, dedicada al marketing online para pymes y autónomos y que ayuda a través de estrategias de innovación a que estos profesionales puedan posicionar mejor sus negocios.
En los últimos años se ha dado un gran impulso a la inteligencia artificial. Justamente, el Gobierno ha anunciado un plan de 600 millones de euros que sirve para impulsar esta tecnología. Actualmente, cuatro de cada diez empresas la utilizan, de acuerdo a datos de la Comisión Europea.
Hasta ahora, el uso más conocido de la inteligencia artificial es para mejorar la experiencia final de los usuarios. No obstante, hay empresas que ya usan la IA para conseguir ser más competitivas. Esto es, la emplean para obtener procedimientos más productivos y rentables en términos de negocio.
Para hacerlo posible se utiliza tanto la inteligencia artificial como el machine learning y la analítica de datos. Gracias a eso, las empresas pueden predecir las tendencias de consumo. Al predecir el consumo de sus usuarios son capaces de adelantarse a posibles fluctuaciones en el mercado. ¿El objetivo? Lograr adaptar sus soluciones digitales a la realidad de la pandemia. Con esto se consigue ayudar a las pymes a sacar la máxima rentabilidad de cualquier inversión digital que haga.
El propio CEO de la compañía, Javier Casto, explica que la inteligencia artificial les permite “ir un paso más allá en la mejora de la experiencia de cliente, así como en la planificación y creación de nuestras soluciones dirigidas a las Pymes”. Según cuenta, emplean distintos algoritmos de Machine Learning, personalizan los servicios, predicen el comportamiento de los clientes y optimizan sus canales de venta y atención al cliente, ayudando así a las pymes a crecer y conectar con un mayor número de clientes.
Y es que esta tecnología tiene, junto con el Big Data, la capacidad de poder analizar la información digital de los consumidores para que las empresas puedan adaptar sus mensajes o servicios y lograr la fidelización.
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