La digitalización llega a las playas con diversas plataformas digitales y nuevas actividades innovadoras
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Casi el 40% de los españoles escogen los destinos de sol y playa como su primera opción a la hora de viajar, según el barómetro de junio 2018 CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas). Es por eso que cuando llega el buen tiempo, se aprovecha la afluencia de visitantes y turistas en estas zonas para ofrecer productos y servicios atractivos para el público que busca relax y ocio. Además, los servicios de economía colaborativa aumentan en las costas durante la temporada de verano, adaptando su modelo de negocio y oferta a la elevada demanda. La costa se presenta como lugar clave para desarrollar un negocio o actividad digital.
En plena época de verano, los expertos de The Valley nos cuentan cuáles son las tendencias y servicios tecnológicos e innovadores de las costas este año.
En las grandes ciudades cada vez vemos más marcas de bicicletas híbridas y patinetes eléctricos de uso común o coches compartidos que se reservan y se abren mediante una aplicación de móvil. Por supuesto, muchas de estas tendencias punteras han llegado a las costas haciendo más fácil, asequible y eficiente la movilidad en los puntos más concurridos del verano. En las zonas de costa, existen además plataformas que han hecho posible pedir barcos-taxi indicando el origen y el destino desde el móvil, ¿te lo imaginas? Una vez más la tecnología ofrece posibilidades que facilitan la vida, pudiendo disponer de barcos a demanda para hacer recorridos entre islas o puntos costeros que no están comunicados por tierra.
Existen ya aplicaciones que permiten comprobar la disponibilidad de las hamacas en los diferentes chiringuitos de la playa e incluso reservarlas y pagarlas de forma segura sin necesidad de madrugones y carreras matutinas. Pero además un smartphone es lo único que se necesita para acceder a una gran cantidad de servicios mediante apps que hacen posible pedir comida en el chiringuito más cercano y recibirlo en tu puesto, conocer el estado y temperatura del mar en directo, y hasta cuidar la salud con wearables que se pegan en la piel para comprobar la radiación solar absorbida gracias a una antena de comunicación NFC y un microchip que envía la señal al teléfono. En España, cada vez es más frecuente encontrar playas que ofrecen conexión a internet gratuita permitiendo que cualquier público pueda utilizar estos servicios.
Las nuevas tecnologías disruptivas han traído consigo diversas herramientas y servicios que aportan mayor seguridad en la playa para adultos y niños, y, por ende, más tranquilidad para todos. Ver drones sobrevolando las playas actuando como vigilantes y socorristas es ya una realidad en España. Este dispositivo vuela por encima del mar identificando mediante sensores posibles complicaciones y llevando flotadores a las víctimas en el agua. Con este mismo objetivo de protección, el Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas ha puesto en marcha el proyecto “Playas y espacios naturales inteligentes” que busca mayor seguridad y sostenibilidad en las costas valencianas. Con foco en la seguridad de los menores, el plan incluye el uso de wearables o pulseras geolocalizadas para reducir el riesgo de pérdida de menores; además de otras iniciativas innovadoras como la gestión de residuos a través de sensores que dan información sobre el nivel de ocupación de contendedores y papeleras, o soluciones para mejorar la accesibilidad con rampas adaptadas con señalización mediante balizas bluetooth o señalización acústica.
Las actividades de agua de toda la vida también se han revolucionado con las nuevas tecnologías. En el mundo de los deportes extremos acuáticos, actividades como el surf que utilizaban una tabla convencional ahora han evolucionado a una experiencia que permite al aventurero viajar por los aires y hacer piruetas en el agua gracias al Flyboard, una tabla aerodeslizadora que funciona con un sistema de propulsión.
En la arena, cada vez es más común ver a los niños jugando con sus móviles o tablets en lugar de jugando a las palas o haciendo castillos. Del mismo modo, el uso de libros electrónicos resistentes al agua se presenta como una alternativa a los libros tradicionales que pueden sufrir desgaste por el sol, la arena y la playa.
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