AltoDirectivo
La transformación digital es ya una realidad y sus efectos se pueden comprobar en los cambios de hábitos que ha experimentado la sociedad durante los últimos meses. Las reuniones se han convertido en videoconferencias, el dinero virtual ha sustituido al metálico y el móvil se ha convertido en el mejor aliado para portar todos los documentos digitalizados que permiten la movilidad sin restricciones.
Y como no puede ser de otra manera, las corporaciones también han cambiado sus hábitos en cuanto a la forma en que se distribuye y organiza el trabajo, se relacionan con su entorno y diseñan sus estrategias para el futuro. Precisamente por eso se habla tanto de transformación, por la imperativa necesidad de modificar la manera de hacer las cosas, dejando atrás las barreras conductuales para dejar paso a los nuevos retos.
El valor añadido de estos cambios viene dado por el refuerzo en las herramientas y soluciones tecnológicas desarrolladas para ayudar a dar el paso de manera más eficiente, ágil y con mayor rigor. Es evidente que la tecnología que está disponible en el mercado (AI, Blockchain, Cloud, Edge Computing…) es accesible para todas las compañías y personalizable o ajustable en función de sus necesidades. Sin embargo, la gran pregunta que se hacen muchas empresas, independientemente de su tamaño, es qué tecnología necesitan y para qué.
Es aquí cuando cobra relevancia la función de la búsqueda de talento, tanto dentro como fuera del entorno corporativo. A través del desempeño de nuestra actividad profesional hemos observado que las compañías buscan atraer a los mejores líderes capaces de impulsar los cambios al tiempo que son conscientes del impacto de la tecnología en la organización, y todo ello, incorporando datos objetivos a la toma de decisiones y de la manera más rápida posible.
La capacidad de los ejecutivos para predecir el futuro en un entorno tan incierto, diseñar nuevos canales de relación con clientes y proveedores o generar fuentes de ingresos adicionales a través de la creación de nuevos negocios con partners estratégicos, será esencial para entender qué soluciones tecnológicas son prioritarias en las empresas; y una vez implantadas, impulsar su adopción a lo largo de toda la organización para que se produzcan los avances deseados.
Atendiendo al estudio The Future of Work, realizado por Deloitte, coincidimos en que las compañías buscan controlar y/o tener información detallada sobre el ciclo completo del proceso, desde la búsqueda hasta la incorporación del talento, para ofrecer una mejor experiencia al candidato. Esto se consigue a través de soluciones 'TA Suite', con herramientas de videoconferencia de última generación y con soluciones basadas en Inteligencia Artificial, cuyos datos permiten analizar tendencias, comportamientos, motivadores e incluso favorecer la diversidad.
De esta manera la tecnología se convierte en el aliado perfecto sin eliminar el toque humano cada día más importante en las transiciones profesionales. Por ejemplo, nuestra herramienta Synchronous Fit® cuenta con una definición detallada de conocimientos, experiencias y atributos de gestión y liderazgo que le permiten, gracias a la Inteligencia Artificial, identificar y valorar a potenciales candidatos que posteriormente tendrán que pasar las entrevistas con nuestros consultores. Y Athena™, por su parte, es una entrevista estructurada que permite analizar el potencial encaje cultural de los candidatos con una determinada organización, al aportar el rigor científico a un aspecto fundamental para el éxito de las transiciones profesionales.
Toda ayuda es poca a la hora de atraer a los líderes que llevarán una compañía hacia el siguiente nivel, porque esa hoja de ruta debe estar ya diseñada o, al menos, en un proceso muy avanzado. Adicionalmente, es importante considerar el encaje adecuado entre esos líderes y el entorno organizativo deseado, ese siguiente nivel al que necesita llegar la compañía. Estamos convencidos de que las personas son el motor de todo cambio y que la tecnología es un medio, no un fin, por lo que la combinación adecuada de ambos seguirá siendo la base del éxito en momentos de transformación como el que vivimos.
Un ejemplo de ello es el creciente desarrollo de la computación afectiva, tecnologías que perciben o interpretan el estado emocional de los humanos y son capaces de adaptar su comportamiento a ellos, proporcionándoles una respuesta que consideren adecuada para estas emociones.
En definitiva, nos encontramos en un momento de mercado donde la decisión de incorporar un ejecutivo se ha vuelto más estratégica que nunca, donde el riesgo de no conseguir avanzar en la dirección adecuada, abordando cambios a nivel de procesos, cultura, tecnología y organización, puede implicar quedarse fuera del entorno competitivo. Porque la velocidad y necesidad de transformación es seguramente mayor de lo que podamos imaginar.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.
Alto Directivo