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Tanto emprendedores como empresarios desean tener negocios prósperos, y ante un entorno tan competido como en el que se desarrollan hoy en día, tener la capacidad de innovar y profesionalizar los servicios se vuelve clave para que pequeñas y medianas empresas tengan la posibilidad de volverse negocios “líderes” en su sector.
Según datos del INEGI, en 2020 el 62.6% de los negocios pertenecían al sector informal del país, lo cual no solo representa un menor respaldo a los bienes tangibles de la empresa, sino que en conjunto, significa una preparación y nivel de competencia deficiente que puede privar a empresas de tener mayores oportunidades estratégicas, laborales y de capacitación.
De acuerdo con José Luis Álvarez, director general de Comint, agencia mexicana especializada en Branding: “Las marcas no pueden (ni deben) crecer a destajo, sin una estrategia bien establecida que les permita convertir a sus empresas en referentes del sector donde se desarrollan. Volverse más competitivos no significa solo vender, sino tener la capacidad de innovar, mantenerse y crecer”.
Debido a esto, el día de hoy tenemos una lista de factores indispensables para hacer que una pequeña empresa se convierta en una marca líder, profesional y estable:
- Ser marca registrada: Registrar una marca no solo es uno de los elementos principales para profesionalizarse, sino que éste es la principal protección para el “secreto” más valioso de un negocio: Lo intangible, aquello que no se puede oler, ver o escuchar pero sí permite contar con un elemento diferenciador, recuerda, no hay dos marcas iguales, asegúrate de proteger la tuya.
- Trabajan desde un propósito claro: Desde saber cómo se está cambiando al mundo y qué se hace para aportar valor a las personas, las empresas y sus colaboradores deben tener un camino claro y conocer a profundidad por qué hacen lo que hacen. Es importante recordar que las marcas no se diseñan de un día para otro, estas deben ser construidas y mejoradas todos los días. El éxito no viene de la improvisación y del azar.
- Todo es estrategia: Suena como algo fundamental, pero en ocasiones este factor suele ser dejado de lado, permitiendo que las decisiones de una empresa se vuelvan más personales, sesgando la realidad del mercado donde un negocio desarrolla sus actividades. Mantenerse neutral, estratégico y con pensamiento de negocio puede ser un gran diferenciador entre la informalidad y la profesionalización.
- Gestión de la reputación: Todos, absolutamente TODOS los públicos importan, gestionar y conocer lo que las personas sienten acerca de tu marca es tan importante como la rentabilidad de tu negocio. Esto permitirá generar algo más valioso: credibilidad y respeto.
- Brinda una nueva realidad: Las personas cambiaron y por consiguiente, el mundo también. Las épocas de crear marcas que “resuelvan necesidades” quedó atrás para dar paso a nuevos jugadores que no solo busquen el bienestar propio, sino que sean empresas que brinden nuevas y mejores realidades, perspectivas, valores, propósitos y conexiones a sus audiencias.
- Marcas líderes=personas al centro: Las empresas están hechas de personas para personas, ¿cierto? Entonces resulta un misterio saber por qué éstas dejaban de lado al elemento más importante para crear una estrategia efectiva: El ser humano. Ser marcas humanas en un mundo lleno de incertidumbre no solo brinda estabilidad y seguridad para las personas que las consumen, sino que se convierten en negocios preocupados por todos los públicos que benefician lo ético a lo estético.
Mediante estas recomendaciones, Comint busca impulsar a las empresas y emprendedores independientes a profesionalizar sus negocios, trabajar con propósito y crear marcas más humanas que sean capaces de competir en el nuevo entorno empresarial del país.
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