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Asegurar la continuidad del negocio en un contexto de crisis, tomar decisiones acertadas en base a un plan de acción definido e identificación de nuevas oportunidades de negocio son los beneficios principales de incorporar un plan de contingencia a la estrategia empresarial de un pyme para hacer frente a una crisis.
Esta herramienta, el plan de contingencia, establece un conjunto de medidas de carácter organizativo, técnico y humano cuyo objetivo principal es asegurar la continuidad del negocio, así como definir un plan de acción basado en el conocimiento previo de todos los activos de la compañía, para abordar cualquier tipo de riesgo.
Por este motivo, “realizar un análisis y diagnóstico de situación de la empresa, a partir de información tanto operativa como financiera, tomar las decisiones correctas que permitan amortiguar los efectos de la crisis y definir un plan de acción coordinado para corregir las posibles desviaciones” son, en palabras de Pedro Vidal-Aragón de Olives, socio fundador de Quercus Ventures, las bases para diseñar un plan de contingencia en contextos de crisis.
Con objeto de garantizar la fiabilidad de esta herramienta empresarial, se debe atender tanto los recursos materiales como los recursos humanos, otorgando responsabilidades, roles, implicaciones y protocolos de actuación para cada uno de ellos. Por lo tanto, “resulta imprescindible realizar un análisis de riesgo previo”, afirma el directivo, quien también detalla las cuestiones a las que tiene que atender la empresa para estar preparada:
Realización de un estudio de mercado e identificación de los sectores y empresas que están obteniendo beneficios de la crisis “para reorientar la estrategia comercial y buscar así nuevas oportunidades de negocio”, explica el directivo.
Desde Quercus Ventures, igualmente aconsejan atender al capital humano de la empresa asignado objetivos para cada uno de los empleados y realizando un análisis de valor por empleado y de su incidencia en la cuenta de resultados de la empresa.
Con la elaboración de un plan de contingencia, lo que se consigue es suplir la falta de control que genera una situación de crisis en la gestión empresarial. Lo que significa, en palabras de Vidal-Aragón de Olives, que, “con el plan de contingencia, logramos mitigar al máximo los aspectos negativos de toda crisis y minimizar su impacto en la cuenta de resultados de la compañía en el medio-largo plazo.
La clave para una buena gestión empresarial de una crisis, “sin miedo y con la incertidumbre y las emociones a raya, es llevar la toma de decisiones a escenarios previstos, controlados y en el momento oportuno”, explica el directivo. A lo que añade que “de nada sirve tener toda la información posible recopilada, sin una interpretación de la misma. Por eso, hay que saber transformar los datos en información para que el empresario tome decisiones con seguridad, para que sepa que, dentro del escenario en el que se encuentra, la decisión que está a punto de tomar es la correcta".
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