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La crisis del coronavirus ha cambiado la forma de pagar de los españoles. Muchos establecimientos recomiendan evitar el efectivo para minimizar el riesgo de contagios. Y eso ha impulsado el uso de otros métodos de pago menos tradicionales, como las tarjetas sin contacto o el pago a través del móvil. Además, el auge del e-commerce ha hecho crecer con fuerza los sistemas de pago electrónicos en los últimos años y hay una gran variedad de ellos.
Sin duda, las reinas de los métodos de pago son las tarjetas de crédito y débito. Según datos del Banco de España, en el primer trimestre de 2020 había en circulación más de 38 millones de tarjetas de crédito y casi 49 millones de tarjetas de débito, y han crecido un 3 % y 2,5 % respectivamente en comparación al 2019.
Ignacio Manrique de Lara Fernández, director de Marketing de www.beedigital.es, la empresa líder en soluciones de marketing digital para pymes y autónomos en España, explica que: “digitalizarse no es solo tener una página web; digitalizarse implica adaptarse a las novedades tecnológicas que piden los consumidores. Ahora, no es suficiente solo con aceptar la tarjeta y el efectivo en un establecimiento. El consumidor quiere tener opciones y, si lo desea, poder comprar con el móvil o financiar los productos con facilidad.”
Los expertos de BeeDIGITAL han recopilado cuáles son los sistemas de pago imprescindibles para cualquier pequeño negocio y qué ventajas (o desventajas) ofrecen a las pymes:
Además del efectivo, el pago con tarjeta es imprescindible en cualquier establecimiento, ya sea físico u online. Actualmente, estas tarjetas suelen incorporar tecnología contactless (sin contacto), es decir, que se puede comprar con ellas solo con acercarlas al datáfono o TPV (Terminal Punto de Venta). Por eso, es esencial disponer de un TPV que acepte esta opción para las tarjetas modernas.
En el caso de que no se disponga de un TPV, es fácil crear uno con un smartphone o con una tablet. Solo es necesario comprar un dispositivo TPV móvil y empezar a cobrar con nuestro móvil o tablet.
El pago con el móvil es una de las principales tendencias. Ahora, es difícil que alguien salga de casa sin el móvil, pero es más probable olvidar la cartera. Así pues, aceptar el pago con ciertas aplicaciones, como Apple Pay o Google Pay es realmente interesante. Los datáfonos modernos ya suelen aceptar este tipo de transacciones desde el móvil. Además, es un método muy rápido y ágil; al igual que con las tarjetas contactless, solo hay que acercar el teléfono al terminal.
Varias apps se hicieron famosas como herramientas para enviar dinero entre amigos y familiares, pero han ido ganando peso en los negocios también. Por ejemplo, Bizum permite a los usuarios hacer compras online, pero aún no está disponible para negocios físicos.
No es difícil incorporar este tipo de aplicaciones, pues funcionan a través de Google Pay y Apple Pay. Dado que aún no están 100 % disponibles para negocios físicos, es interesante mantenerse informados sobre estas apps e incorporarlas cuando sea posible.
Es uno de los métodos electrónicos de pago más importantes, ya sea para una tienda online o para un autónomo. Esta plataforma da mucha seguridad a los usuarios, pues les permite comprar sin tener que dar el número de su tarjeta o su cuenta bancaria a la empresa. No obstante, hay que recordar que se trata de un intermediario, por lo que elegir Paypal tiene ciertas comisiones para el vendedor que encarecerán el producto final.
Además, Paypal también es muy útil para el cobro de facturas en los autónomos. En Paypal.me, cualquier persona puede crearse un enlace a su perfil y enviárselo a quien quiera para que le mande dinero. Esta herramienta de Paypal también tiene una opción Business, pensada para que los clientes puedan hacer pedidos solo con pinchar en el enlace de Paypal.
Es una de las formas más lentas para recibir el dinero, pues suele tardar uno o dos días en reflejarse. No obstante, es una opción muy segura e interesante para clientes habituales con los que se tenga confianza.
Es una de las opciones que da más seguridad a los consumidores; hasta que el producto no les llega a casa, no tienen que pagarlo. Además, también ofrece seguridad a la empresa, pues en el mismo momento en que se recoge el paquete, el dinero está asegurado. Aunque es una opción en desuso, aún es una alternativa interesante y útil. Tiene dos inconvenientes: la empresa de mensajería cobrará un extra por este servicio y facilita que se devuelvan los productos.
No todos los negocios necesitan ofrecer esta opción, pero es imprescindible si los productos tienen un precio elevado. Si nuestra compañía se dedica a la venta de electrodomésticos, ordenadores o mobiliario, es probable que los clientes no puedan (o no quieran) asumir el coste íntegro de una sola vez.
Aunque estos son las formas de pago más conocidas o que empiezan a ganar fuerza, hay muchas más opciones que están en desuso o son menos habituales. Sin embargo, si trabajamos con clientes fijos y estos prefieren alguno de estos otros métodos, también hay que considerar incorporarlos a nuestro negocio: bitcoin, domiciliación bancaria, cheques...
Ignacio Manrique de Lara Fernández, director de Marketing de BeeDIGITAL comenta: "El consumidor actual es tecnológico. Lleva el móvil a todas partes, compra por internet, consulta opiniones en las redes sociales... Y para adaptarse al consumidor actual, es vital que las pymes se suban al carro de la digitalización. Hace solo unos años, bastaba con que las empresas aceptasen el efectivo o las tarjetas. Ahora, el consumidor digital pide mucho más y quiere tener opciones entre las que elegir. Sin embargo, hay muchos métodos de pago posibles, especialmente para los e-commerce, y es probable que algunos no sepan cómo incorporarlos o si les convienen. Por eso, desde BeeDIGITAL hemos querido crear esta sencilla guía para orientar un poco a aquellas empresas que quieran ofrecer más alternativas a sus clientes".
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