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Digitalizarse para sobrevivir. Éste es uno de los grandes desafíos que se encuentran en la actualidad las pequeñas y medianas empresas españolas. Un desafío que se ha planteado principalmente tras la Covid-19. Y es que para poder mantenerse operativas durante la pandemia, las empresas han tenido que aprender a mostrar su versión más flexible y ágil y optimizar sus servicios de atención al cliente.
En ese contexto, la CEO de Datisa, Isabel Pomar, asegura que “pasados los primeros meses las empresas empiezan a tener una mayor capacidad de análisis para entender la reacción de las pymes en las semanas álgidas de la pandemia”.
Por un lado, hay compañías que tenían un mayor grado de automatización y una cultura más orientada hacia lo digital y la cultura agile, algo que, en palabras de Pomar, hicieron posible que estas empresas pudieran reaccionar más rápidamente. Por otro lado, se encontraban aquellas que solo implementaron la tecnología sin impulsar cambios de mentalidad más profundos, lo que les hizo tardar más en reaccionar y adaptarse a la situación. Ella misma considera “esencial” la cultura digital, sobre todo para liderar la transformación de la empresa. A su juicio, para ello debe haber también en la propia empresa alguien que lidere dicha transformación digital. “Hablamos de profesionales de todas las áreas del negocio capaces de inspirar la transformación interna. Unos líderes digitales que manejan un amplio conocimiento de la organización, pero también, del entorno que rodea a la compañía”, explica.
Con unos líderes en transformación digital, dice, se podría contribuir a adaptar la oferta comercial y los servicios a las demandas del mercado, siendo capaz la propia compañía de anticipar nuevas propuestas. Aparte se podría conducir a la organización por la senda de la flexibilidad y la eficiencia.
Entre las recomendaciones que aportan a estas empresas destaca que lleven a cabo una profunda transformación transversal de toda la organización. Esa transformación debería ir desde la cultura corporativa, hasta la propuesta de valor y los servicios complementarios. A su vez, la transformación debe impactar en todos los miembros de la empresa para que comprendan la visión estratégica del negocio.
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